En una época en la que la población tiene acceso fácil a Internet y por lo tanto a servicios de mensajería instantánea, ¿por qué existe Telecomm-Telégrafos?, se cuestiona el portal Arena Pública.
Conocida también como Telecomunicaciones de México, Telecomm-Telégrafos es una compañía de carácter público que ha logrado mantenerse a flote en un entorno en el que las nuevas tecnologías dejaron muy atrás al servicio telegráfico sobre el que se construyó la empresa.
Telecomm surgió en 1986 como Telégrafos Nacionales, pero fue establecida bajo su actual nombre tres años después. Para entonces el telégrafo ya era un aparato más bien prehistórico, rebasado por décadas de comunicaciones satelitales y por las entonces emergentes tecnologías computacionales.
Empresas cuyo renombre estuvo vinculado al telégrafo ya habían dejado muy atrás la emisión de telegramas. La estadounidense Western Union -que se fundó a mediados de siglo XIX y se convirtió en una de las compañías de comunicación telegráfica de mayor renombre- comenzó a enfocarse en transferencias monetarias en 1988, y en febrero de 2006 anunció el fin de su servicio telegráfico.
El gobierno federal creó Telecomm para que manejara la todavía activa red telegráfica de México, además del sistema nacional de comunicaciones satelitales, según relata la compañía en su propio portal. Sin embargo, poco a poco esta vio cómo su negocio fue cambiando de los servicios de comunicación a los giros monetarios.
Actualmente el 70% de sus clientes usan los servicios de la empresa para cobrar o enviar giros de dinero, mientras que el 25% usa su infraestructura para hacer pagos y apenas el 5% llega a mandar un telegrama, según dijo Jorge Miguel Guerrero Carrasco, jefe de Telecomm en Culiacán, durante una entrevista publicada en julio de 2014 en el portal de la empresa.
Telecomm-Telégrafos cuenta con más de mil 700 sucursales en todo el país para ofrecer estos servicios, además de un presupuesto que ha fluctuado entre los 300 millones de pesos (mdp) y los 900 mdp en los últimos cinco años. En comparación, el del Servicio Postal Mexicano se mantuvo entre los 600 mdp y los mil 300 mdp durante ese mismo período.