Criticado por propios y extraños por su falta de capacidad política y experiencia en el sector público, el “superdelegado” estatal del próximo gobierno federal, Gabino Morales Mendoza será designado secretario técnico del Grupo de Coordinación Institucional (GCI) que se encargará de la aplicación de las nuevas estrategias de seguridad que entrarán en vigor a partir del próximo 1º de diciembre.
El secretario General de Gobierno, Alejandro Leal Tovías, confirmó que Gabino Morales ocupará el cargo de secretario técnico del GCI.
Con las recientes reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y con el Plan de Paz y Seguridad, los delegados del nuevo gobierno tendrán supra facultades en todas las materias del ámbito federal, lo que representaría un riesgo notable sobre todo en la cuestión de seguridad.
A menos de dos semanas de que inicie el gobierno de la Cuarta Transformación, Gabino Morales entrará en funciones sin que aún se resuelva un proceso que enfrenta en Morena por conducta misógina y violencia política de género, aunque no hay un impedimento legal para que asuma el cargo federal.
Frente al cúmulo de críticas por su actitud de exclusión hacia los disidentes de Morena, tiene a su favor el respaldo del mismo presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
Uno de sus principales críticos, Joaquín Muñoz Mendoza, desde hace varias semanas descalificó a Gabino Morales para desenvolverse como delegado estatal, “tiene licenciatura pero no la experiencia necesaria”, y en su opinión dentro de Morena hay suficientes militantes para hacer un mejor trabajo.
El delegado metropolitano y sus fobias
A nivel municipal, el delegado del gobierno de AMLO para la Zona Metropolitana, Leonel Serrato Sánchez, por lo tanto será el secretario técnico del GCI, por lo que es previsible que se tenga marcadas diferencias con quien fue su adversario en la pasada campaña electoral por la alcaldía: Xavier Nava Palacios.
También se prevé una relación complicada con el alcalde de Soledad, Gilberto Hernández Villafuerte, ya que Serrato Sánchez es un duro crítico del gallardismo.
Se antoja difícil que pueda coordinarse y aplicar estrategias de seguridad a Nava y Villafuerte.