La zona arqueológica Rincón Colorado, en Coahuila, ofrece a los visitantes un viaje al pasado de la Tierra 72 millones de años atrás por las orillas del mar interior de Norteamérica, cuyas huellas permanecen en el desierto, en las rocas y canteras ricas en fósiles marinos, de plantas e insectos además de los vestigios de hadrosaurios.
La Secretaría de Cultura de México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Gobierno del Estado de Coahuila de Zaragoza abrieron las puertas del primer sitio paleontológico del país adaptado para recibir a visitantes.
En el lugar, ubicado en el municipio de General Cepeda, se conservan las huellas de las playas del periodo Cretácico y se ha descubierto una gran concentración de restos de dinosaurios herbívoros, llamados hadrosaurios.
Aunque por motivos de conservación, los visitantes sólo podrán apreciar reproducciones fieles de los restos óseos de hadrosaurios, el yacimiento ofrece la oportunidad de introducirse a un espacio natural de 72 millones de años donde se pueden observar elementos geológicos del Cretácico, el último periodo de la era Mesozoica, visibles con la ayuda de cedularios informativos y didácticos.
Dos andadores conducen por 1.7 kilómetros que muestran el devenir de la vida del planeta y sus habitantes en esta porción de tierra que fue península rodeada de mar y actualmente corresponde al desierto más extenso de Norteamérica.
Durante los siete años de gestión para abrir al público este sitio, se trabajó en el registro de su poligonal, de 8.79 hectáreas, el estado de Coahuila la decretó como zona natural protegida con carácter de zona paleontológica y se concretó la compra de los terrenos ejidales donde se localiza el lugar, así como su donación al INAH.
Con información de El Financiero.