Un grupo de astrónomos determinaron mediante datos del observatorio espacial XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), la velocidad de rotación del agujero negro mientras devoraba una estrella.
El autor principal del estudio, Dheeraj Pasham, dijo que “es difícil acotar la velocidad de rotación de un agujero negro, ya que sus efectos únicamente se aprecian de cerca, donde la gravedad es fuerte y difícil de ver con claridad”.
“Sin embargo, algunos modelos muestran que la masa de una estrella destruida se asienta sobre una especie de disco interior que expulsa rayos X. Imaginamos que si hallábamos instancias donde este disco brillase con especial intensidad, podríamos delimitar la rotación del agujero negro”, apuntó.
El equipo de trabajo estudió un evento denominado ASASSN-14li, descubierto por el Censo Automatizado de Supernovas de Cielo Completo (ASASSN) el 22 de noviembre de 2014. El hallazgo se dio a través de observaciones a ASASSN-14li realizadas con los observatorios de rayos X XMM-Newton de la ESA, así como de Chandra y Swift de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA).
Mediante estos datos, los científicos buscaron una señal estable que mostrara un patrón de ondas, el cual se produce cuando un agujero negro recibe una repentina afluencia de masa, tal y como sucede cuando devora una estrella.
Los científicos detectaron una intensa señal de rayos X que oscilaba con un periodo de 131 segundos a lo largo de 450 días.
Al combinar los datos con la información sobre la masa y el tamaño del agujero negro, mismo que tiene una masa al menos un millón de veces superior a la del Sol, los astrónomos descubrieron que debía de girar a más del 50 por ciento de la velocidad de la luz y que la señal procedía de su interior.
“Nunca se había visto una señal estable durante tanto tiempo cerca de un agujero negro. La señal procede de un lugar cercano al horizonte de eventos del agujero negro, punto más allá del cual no podemos observar nada porque la gravedad es tan fuerte que ni siquiera la luz puede escapar”, dijo la coautora del estudio Alessia Franchini.
El estudio demuestra una nueva forma de medir la rotación de los agujeros negros masivos, mediante la observación de su actividad cuando perturban con su gravedad estrellas que pasan cerca.
Estos eventos pueden ayudar a comprender aspectos de la teoría general de la relatividad, precisó la ESA.
Con información de El Informador.