Cabezas de enemigos cortadas por los celtas de la Edad del Hierro que vivieron en el sur de Francia, muestran evidencias de haber sido sometidas a un proceso de embalsamamiento.
Investigadores de la Universidad Paul-Valéry Montpellier y UMR-IMBE Université d’Avignon presentan esa conclusión en el Journal of Archaeological Science tras examinar fragmentos de cráneo descubiertos en el yacimiento de Le Cailar, donde hasta la fecha se han encontrado más de 100.
Se cree que los cráneos son los de combatientes enemigos que perdieron la cabeza después de perder sus vidas en la batalla. Los fragmentos se remontan al siglo III a. C., una época en que la ciudad era un asentamiento celta.
Los investigadores informaron de que muchos de los cráneos tenían cortes que indicaban que habían sido decapitados, y algunos también tenían marcas que sugerían que los cerebros habían sido extraidos. En algunos casos, también se habían eliminado las lenguas.
Para obtener más información sobre la historia de los cráneos, los investigadores trituraron pequeñas porciones de varios especímenes en polvo, y luego sometieron el polvo a cromatografía de gases y pruebas de espectrometría de masas.
Informan de que encontraron pequeñas cantidades de compuestos diterpenoicos en varios de los fragmentos, que son moléculas que se producen cuando las resinas de coníferas se descomponen, generalmente cuando se calientan.
También encontraron evidencia de colesteroles y ácidos grasos. Como control, los investigadores realizaron las mismas pruebas en cráneos de animales que se habían desenterrado en el mismo sitio de excavación; ninguno de ellos tenía evidencia de resina de coníferas.
Los investigadores sugieren que la resina dentro de los fragmentos del cráneo resultó de sumergir los cráneos en un líquido a base de resina como un medio para reducir la descomposición, una forma de embalsamamiento.
También notan que todos los fragmentos de cráneos se encontraron dentro de las paredes del complejo, lo que sugiere que las cabezas se habían montado para aquellos que vivían dentro, en lugar de como un medio para asustar a los posibles atacantes.
Los investigadores también informan de que aún no han encontrado ninguna evidencia que pueda explicar la razón del embalsamamiento de las cabezas, pero sugieren que podría haber sido un medio para mostrar respeto a los guerreros conocidos.
Con información de El comercio