El 7 de febrero de 1984, el astronauta de la NASA Bruce McCandless se aventuró más lejos de los confines y la seguridad de su nave que cualquier astronauta anterior lo había hecho nunca.
Esta primicia espacial fue posible gracias a una mochila propulsada por un chorro de nitrógeno, conocida anteriormente en la NASA como MMU (Manning Manuvering Unit).
Después de una serie de maniobras de prueba dentro y por encima del compartimento de carga útil del transbordador Challenger, McCandless realizó un vuelo libre de 45 minutos a una distancia de 105 metros de distancia de la nave espacial.
Esta vista orbital imponente muestra a McCandless moviéndose en completa autonomía en el espacio. En contacto con el centro de mando en Houston, y recordando a Neil Armstrong cuando llegó a la Luna, McCandless dijo: “puede haber sido un pequeño paso para Neil, pero es un gran salto para mí”.
Además de en la misión STS-41-B, Bruce McCandless participó después en la STS-31, habiendo pasado un tiempo en el espacio de 13 días y 31 minutos.