Las bancadas del PRI y del PAN en el Senado cuestionaron el proyecto de sentencia con el que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) podría favorecer a que el PES recupere su registro como partido político nacional.
Tanto el priista Jorge Carlos Ramírez Marín como el panista Gustavo Madero pusieron en entredicho el proyecto y afirmaron que quedan al descubierto presiones indebidas del Ejecutivo.
“El Tribunal está bajo sospecha y cada una de sus decisiones debería alejar las sospechas de su lado. Ha sido un órgano confiable, pero a partir de la renuncia de la presidenta (Janine Otálora) y de las acusaciones que se hicieron alrededor de esa denuncia, la preocupación principal del Tribunal debería ser que sus resoluciones no dejaran lugar a ninguna suspicacia”, planteó Ramírez Marín.
“No debemos tratar de buscar interpretaciones en la ley. Es, de hecho, el exhorto que hago donde la definición de la ley es precisa, contundente y está reflejada con un dígito. Ese afán por ser ingeniosos y buscar además un giro a la ley, crea esas suspicacias de las que el Tribunal debería alejarse”, recalcó.
Madero Muñoz advirtió que con el proyecto que circula entre los Magistrados aflora una amenaza para restituir el registro que el PES perdió en las urnas.
“Es injustificado, es un pago y es una necesidad que tiene este Gobierno de seguir contando con esos aliados que le han servido mucho y le han sido funcionales en muchas tareas”, expresó el panista.
Para el senador chihuahuense, la renuncia de Otálora a la Presidencia del TEPJF el año pasado y el proyecto de sentencia que busca revivir al PES muestran la influencia del Ejecutivo, lo cual refleja la pérdida de autonomía del Poder Judicial.
“Son las señales de la influencia indebida de un Poder sobre otro y, también, la pérdida de autonomía y legitimidad del Poder Judicial Electoral que se doblega ante los intereses y presiones de otro Poder, en este caso, del Ejecutivo, lo cual es muy grave”, agregó.
Con información de Zócalo