En el futuro de la comida hay lujos que ya no nos podemos dar. Ya que, en México se desperdicia anualmente 28 millones de toneladas en alimentos. Este informe revela que el desperdicio representa dinero perdido para empresas, hogares y gobiernos, a la vez que agrava la inseguridad alimentaria.
La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), organización intergubernamental destinada a apoyar la cooperación entre los tres socios comerciales de América del Norte en asuntos ambientales, presentó la Guía Práctica para Cuantificar la Pérdida y Desperdicio de Alimentos.
Este informe revela que en América del Norte se desperdician poco más de 167 millones de toneladas de alimentos.
- En primer lugar está Estados Unidos con 126 millones de toneladas de comida.
- El segundo lugar lo ocupa México con 28 millones de toneladas de comida.
- En tercer lugar está Canadá con 13 millones de toneladas de comida.
Según el reporte, el alimento desperdiciado representa dinero perdido para empresas, hogares y gobiernos, a la vez que agrava la inseguridad alimentaria. Cuando los alimentos se desperdician, también se pierden todas las emisiones de agua, fertilizantes y tierras de cultivo asociados con esos alimentos.
“La pérdida y el desperdicio de alimentos tienen enormes costos ambientales, sociales y
económicos y contribuyen significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero” afirma César Chávez, Director Ejecutivo de la CCA.
“Si podemos ayudar a una empresa a medir el desperdicio de alimentos, podemos ayudarlos a comprender el verdadero costo de estos desperdicios y las ventajas financieras y ambientales de la prevención”, agregó Chávez.
En el caso específico de México, 18 % de la pérdida se produce en el sector de procesamiento y fabricación de alimentos.
México sufre de problemas similares a los que aquejan a otros países de América del Norte en este sector: recortes, sobreproducción, infraestructura o maquinaria inadecuadas, el diseño ineficiente de sistemas, daños durante la fase del empaque, pronósticos imprecisos, problemas de seguridad de los alimentos, deficiencias de la cadena de enfriamiento e inconsistencia en la calidad de los procesos.
En México, la eficiente distribución e intermediación de alimentos es crucial para disminuir la pérdida de alimentos.
93% de la venta minorista se realiza en pequeñas tiendas locales de vecindario especializadas por categoría de producto: recauderías, carnicerías, pollerías y panaderías.
La infraestructura de la cadena de frío es limitada e inadecuada en muchas
partes del país, lo que constituye una de las mayores oportunidades para prevenir el desperdicio. Combinado con una infraestructura inadecuada de almacenamiento y transporte, este fenómeno conduce a altos niveles de pérdida durante la distribución.
Otra ineficiencia en la cadena de suministro de comida es la centralización de mayoristas y corredores de alimentos.
Esto quiere decir que las mercancías viajen a los centros de las ciudades para su intermediación y su posterior reparto.
Una descentralización eficiente redundaría en un menor desperdicio
México posee el porcentaje más alto de negocios locales e independientes en la industria de servicios de alimentos de todos los países de América del Norte. Estas pequeñas empresas representan casi todos los establecimientos de servicios de alimentos en el país y más de dos terceras partes de las ventas en el sector.
Estos restaurantes tienden a tener niveles mucho más bajos de desperdicio que los restaurantes más grandes o los que se encuentran en Canadá o Estados Unidos. Esto se debe en gran parte a los clientes frecuentes, a los menús constantes y al tamaño adecuado de las porciones que permiten un pronóstico altamente preciso.
Estos establecimientos pueden tener menos infraestructura de almacenamiento en frío que sus contrapartes más grandes, pero los ciclos regulares de compras y ventas impiden que esto genere cantidades significativas de pérdida.
Un grupo de expertos integrado por la CCA para medir el desperdicio de alimentos en América del Norte auspició la realización de un estudio para cuantificar la pérdida y desperdicio de alimentos en la industria restaurantera.
Un ejemplo de caso de éxito en México:
En la sucursal de Zapopan, Jalisco, de la cadena restaurantera Toks. El estudio reveló que la cadena cuenta con oportunidades para generar ahorros de 130,000 pesos en esa sucursal durante el primer año, lo que abatiría la generación de gases de efecto invernadero por el equivalente de 17.4 toneladas.
El estudio calcula que tan solo la sucursal de Zapopan podría donar 3.8 toneladas en alimentos ahorrados, lo que equivale a alrededor de 42,710 comidas
El grupo cuenta con 207 establecimientos en toda la República Mexicana, por lo que las posibilidades de ahorro a escala nacional podrían ascender a varios millones de pesos.
¿Qué pasaría si otras cadenas de restaurantes se sumaran a esta dinámica?
El potencial de ahorro suena inspirador. La CCA lanza un llamado a los productores de alimentos, procesadores de alimentos, minoristas, operadores de restaurantes, proveedores de servicios de alimentos, asociaciones comerciales y partes interesadas en América del Norte a que comiencen a usar esta guía. El esfuerzo, sobra decir, no tiene desperdicio.
Con información de National Geographic.