Una concentración opositora en Caracas que fue convocada por el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por una cincuentena de países, fue disuelta este sábado con gases lacrimógenos por la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Un contingente antimotines impidió la circulación de los manifestantes, que sin embargo se mantienen en las cercanías de la Avenida Victoria de Caracas (suroeste), sitio de la concentración.
Antes, el equipo de Guaidó había denunciado que no les permitieron instalar una tarima en la zona, y que fueron detenidas tres personas que transportaban las estructuras, que fueron confiscadas.
Guaidó reaccionó en Twitter señalando que el Gobierno de Nicolás Maduro se llevará “una sorpresa”, puesto que los opositores se mantendrán en la calle.
“Pretenden jugar al desgaste, pero ya no tienen manera de contener a un pueblo que está decidido a concretar el cese de la usurpación. Y hoy lo vamos a demostrar en las calles. Atentos”, añadió en Twitter sin ofrecer más detalles.
La manifestación, que está convocada en todo el país, hace parte de la cada vez mayor presión de la Oposición para forzar a Maduro a apartarse del poder, en el que está desde 2013.
Ocurre, además, luego de un apagón que dejó sin servicio eléctrico a la mayoría de los venezolanos por más de 30 horas, y que aún se mantiene en al menos la mitad del territorio completando 40 horas.
Una manifestante señaló que Maduro es el responsable de la severa crisis económica que atraviesa Venezuela, al tiempo que dijo estar “cansada” de lidiar con la emergencia.
“Fuera Maduro, no lo queremos. Esto se tiene que acabar, ya basta”, dijo emocionada.
Venezuela atraviesa un momento de alta tensión política desde el pasado enero, cuando Guaidó invocó unos artículos de la Constitución venezolana para reclamar que tiene la autoridad para declararse Presidente interino del país al considerar que Maduro está “usurpando” la Presidencia.
El líder chavista se impuso en mayo del año pasado en unas controvertidas elecciones en las que no participó la oposición -que no confía en el arbitro electoral venezolano- por lo que la legitimidad de su nuevo mandato no es reconocido por el antichavismo ni parte de la comunidad internacional.