El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) dio luz verde a la fusión entre Walt Disney y 21st Century Fox, pero bajo la condición de que las empresas acepten vender los canales y derechos de programación de Fox Sports en el país, para impedir una concentración que afecte a la afición mexicana.
De acuerdo con Reforma y Bloomberg, que citan a personas con conocimiento de la situación, el pleno del consejo del regulador de las telecomunicaciones votó y autorizó la fusión Disney-Fox, pero fijando condiciones como la venta de los canales Fox Sports.
No hacerlo, crearía una concentración y dejaría a Grupo Televisa como el único competidor en ese mercado específico.
“El peso en el mercado de sus señales es tal que todos los paquetes comercializados por los principales operadores incluyen, como mínimo 2 señales deportivas de Fox y 2 de Disney. En promedio, los suscriptores de TV de paga obtienen 73.4% de sus canales deportivos por medio de las señales propiedad de Disney (36.5%) y Fox (36.9%)”, advirtió Ernesto Piedras, director general de la consultora The Competitive Intelligence Unit, hace unas semanas.
La aprobación del IFT se da un mes después de que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) avaló la operación, prendiendo los focos de alerta en torno a los riesgos que ello implicaba para el sector; incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció en contra de esa resolución y consideró que la titular, Alejandra Palacios, “hizo mal” en autorizar ese movimiento.
México era el último obstáculo importante para el acuerdo. Disney espera que la compra se cierre el 20 de marzo, según informó la compañía este martes.
Hasta el momento, el ente regulador no ha emitido un comunicado oficial ni se ha pronunciado en sus redes sociales respecto a este tema.
De confirmarse dicha resolución, el IFT se sumaría a las autoridades reguladoras de otros países que condicionaron la fusión, como la agencia Cade de Brasil, Cade, aprobó el acuerdo con un proceso de desinversión similar; o el Departamento de Justicia de EU, que resaltó que la propiedad de esos canales y ESPN le daría a Disney una influencia indebida en la transmisión deportiva.
En esos casos, la empresa decidió aceptar las condiciones para poder avanzar esta operación.
Con información de Forbes.