La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) convocó este martes a trabajar unidos contra el aborto a todas las organizaciones y movimientos comprometidos con la defensa de la vida.
Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y Alfonso G. Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey, presidente y secretario general de la CEM respectivamente, emitieron un mensaje reafirmando: “México le dice ¡Sí a la vida! Anunciemos sin temor el Evangelio de la vida que nos lleva a todos, no solo a los creyentes, a defender, cuidar y proteger a toda vida humana”.
La jerarquía católica, indicó que la realidad socio-política en la que nos encontramos es compleja y deja ver claroscuros.
Por un lado, signos de esperanza y de vida; por otro, manifestaciones de violencia y muerte, modificando valores y comportamientos, impactando en las tradiciones y en la identidad de los pueblos generando esta cultura del descarte.
En su mensaje, el organismo que agrupa a los obispos de México, llama: “Todos juntos debemos construir una nueva cultura de la vida”, por lo que exhortaron a abrazar un compromiso más decidido y eficaz en la defensa de la vida humana y establecer un camino común donde organizaciones, grupos, movimientos y todos aquellos que quieran ser anunciadores de vida, sean una sola voz, remen en la misma dirección, teniendo como objetivo la promoción, el cuidado y la defensa de la vida humana desde el momento de la concepción hasta su muerte natural”.
Mencionan que en la sociedad impera la cultura de la muerte, que busca permear a toda la sociedad, que presenta una visión pobre y reduccionista de la persona humana, de su dignidad y de sus derechos fundamentales; una visión que termina destruyendo la vida de los más indefensos, de los más vulnerables, no importa la etapa de desarrollo en la que se encuentren.
Recordaron que el papa Francisco durante su regreso de México, usó palabras fuertes al respecto: “El aborto no es un mal menor. Es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia. Es un crimen, es un mal absoluto (…) Se asesina a una persona para salvar a otra -en el mejor de los casos- o para vivir cómodamente”.
La radicalización del relativismo
Esto ha generado un sinfín de eufemismos que conducen al adormecimiento colectivo de las conciencias, permitiendo así, justificar prácticamente cualquier cosa, incluso aquellas que atentan contra la dignidad y los derechos fundamentales de toda persona, creando así esta cultura del descarte, según el Episcopado.
Expone el mensaje de la CEM que, en el marco de preparación para el misterio Pascual, los obispos de México comparten ese mensaje de observación, reflexión y compromiso de cara a las situaciones actuales del país.
Con información de: El Financiero