Bien dicen los expertos que el verdadero Masters Championship no inicia hasta los últimos nueve hoyos de la ronda final, con un cierre que en esta ocasión quedará guardado en los libros de historia gracias a Tiger Woods.
El estadounidense se vio cara a cara con el italiano Francesco Molinari, quien le arrebató al Tiger el British Open de 2018 y quien parecía repetir la historia ayer en Augusta. Sin embargo, Woods aprovechó los errores de Molinari en los últimos nueve hoyos para tomar el liderato.
A pesar de tener grandes jugadores como Dustin Johnson y Brooks Koepka acechándolo y marcando birdies y águilas, Woods no daría tregua alguna y no soltaría un liderato al que le costó tanto trabajo regresar. Con un birdie en el hoyo 16, el ex número uno del mundo y campeón de 80 títulos en el PGA Tour tendría dos golpes de ventaja con dos banderas por jugar, ventaja suficiente para hacerse de su quinta chaqueta verde.
Con este triunfo, el estadounidense alcanza el Major número 15 de su carrera, acercándose a los 18 torneos grandes conseguidos por Jack Nicklaus. Además, Woods hizo posible un regreso que bien podría ser uno de los mejores en la historia del deporte, ya que después de tres cirugías en la espalda en cuatro años parecía que no volvería a pisar un campo de golf, mucho menos salir campeón en uno de los mejores escenarios en la historia de este deporte.
Tras recibir el quinto saco verde de su carrera, Woods afirmó que esta victoria es una de las más especiales de su carrera por lo difícil que fue llegar a ella y lo duro que tuvo que trabajar para este momento. Además, es su primer torneo grande desde 2008 -cuando ganó el US Open- y su primer Masters desde 2005.
Con información de El Informador.