Frente al río Grijalva del municipio mexicano de Centla, miles de feligreses católicos conmemoraron con vestiduras blancas y rosas, claveles y lirios la primera misa que se considera que se ofició en América, hace 500 años.
Rodeados de humedales en el puerto Frontera de Centla, en el suroriental estado de Tabasco, arrancó la celebración con un recorrido de la virgen Santa María de la Victoria.
En la playa El Bosque, al norte de Frontera, la historia indica que Juan de Grijalva y sus expedicionarios desembarcaron en 1518.
Y un año después, en 1519, tuvo lugar la batalla de Centla entre los mayas chontales y los españoles comandados por Hernán Cortés.
Cinco siglos después, y en plena Semana Santa, este martes tuvo lugar esta misa y procesión.
A pesar de los 30 grados centígrados que se sienten en este municipio, unas 2.000 personas recordaron la primera misa y evangelización que se hizo en el actual México, en la población maya de Potonchán, hoy municipio de Centla, según recogen los cronistas de la época.
Fue un 16 de abril de 1519 cuando frente a una gran cruz de madera y ante la imagen de la Virgen María de la Victoria, Fray Bartolomé de Olmedo bautizó a 20 indígenas.
Entre ellas, la célebre Malintizin, quien fue llamada Marina o Malinche, y fue muy cercana a Hernán Cortés.
Algunos feligreses consultados consideraron que a pesar de los agravios y abusos realizados hace cinco siglos años por los conquistadores españoles, los mexicanos heredaron el tesoro más grande.
La fe a pesar de los “atropellos” ocurridos durante la conquista.
“Vinieron a formar una civilización más humana. Éramos salvajes y la religión fue un gran legado de España. Sin duda, se perdieron grandes civilizaciones y cosas muy importante, pero nuestra religión es lo más importante”, dijo Armando Lozano.
Para Irma Castañeda, la evangelización española con todo y sus “arbitrariedades” dio fin al politeísmo a cambio de “la verdad”.
“Como mujer de fe cristiana y católica, ha sido lo mejor. Claro, sin dejar de tomar en cuenta muchas arbitrariedades contra nuestros indígenas, pero eso no quiere decir que haya estado mal porque nos trajeron al verdadero Dios”, opinó Castañeda.
La polémica sobre la conquista está más en boca de todos que nunca desde que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, exigió en marzo por carta que el rey de España, Felipe VI, y el papa Francisco se disculparan por los abusos cometidos durante esta etapa.
“Esta conquista o descubrimiento fue en realidad una ‘invasión’ donde se cometieron muchas arbitrariedades. Se sometió a los pueblos, lo que ahora conocemos como nuestra América. Todo el continente nuevo, recién descubierto”, dijo López Obrador el pasado 25 de marzo desde Centla.
La petición desató una polémica y las redes sociales se calentaron con opiniones, muchas de ellas contrarias a la iniciativa del presidente.
Según el presidente mexicano, esta sería la única forma posible de lograr una reconciliación plena entre ambos países.
La conmemoración de la primera misa en México se llevó a cabo con la presencia del nuncio apostólico de este país, Franco Coppola, acompañado del obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López.
En su mensaje, el nuncio apostólico dijo que “es la oportunidad de la Iglesia mexicana para hacer atención a un peligro (…) tenemos que decidir si somos sacerdotes del antiguo testamento o de toda las religiones paganas o si somos sacerdotes de corazón, del nuevo testamento”.
Además, consideró que la iglesia debe ser un hospital de campaña, donde los sacerdotes deben cuidar los heridos, calentar los corazones y animarlos.
La Diócesis de Tabasco decidió que fuera este martes de Semana Santa cuando se realizara el festejo para conmemorar la primera misa oficiada en México, ocurrida según relatos de los propios conquistadores, un 25 de marzo de hace 500 años.
A la par se efectuó la Misa Crismal, que forma parte de uno de los ritos de esta semana, en la que los sacerdotes de la Diócesis renovaron sus promesas.
Se consagró el santo crisma y se bendijeron los demás óleos, como una manifestación de la comunión que existe entre el obispo y sus presbíteros.
Con Información de: Informador