Hasta Palacio Nacional llegó el tema de la vida después de la muerte de Juan Gabriel, han sido no pocos medios los que han servido de alcahuetes del potosino Joaquín Muñoz que propala la versión de que el divo juarense no murió en el 2016 en California y está oculto, siempre a punto de aparecer en cualquier fecha que se posterga de manera indefinida.
Es una chunga que algunos se toman en serio, por la repetición incesante de la mentira, los medios “profesionales” y amarillistas desinforman a sus audiencias, difunden una “fake news”.
Muñoz es autor del libro “Juan Gabriel y yo”, publicado en 1985 y convertido en un best seller, su primera edición es de culto y de lectura obligada para los fans; el primer acercamiento entre ambos se dio en los camerinos del palenque donde antes se realizaba la FENAPO, donde ahora está la Ciudad Judicial.
Muñoz habría fungido un tiempo como mánager del cantautor; las circunstancias los distanciaron y el libro fue una traición por donde quiera que se le vea, la vida íntima de Juan Gabriel fue expuesta incluso con fotografías, no se lo perdonaría.
De acuerdo a un hermano de Joaquín que se lo contó al autor de esta columna, hubo amenazas y toda la familia tuvo que emigrar a Chicago por temor a represalias del divo.
En sus palabras advertí cierto dolor, un resentimiento hacia Joaquín, una vergüenza que no terminaba de superar, después de casi tres décadas regresó a San Luis Potosí, autor de varios libros sobre diversos temas, falleció hace unos tres años.
Joaquín ha estado en varios programas de televisión, ha dado entrevistas exclusivas y conferencias de prensa: Juan Gabriel está vivo es su letanía; y entregó hace unas semanas una carta en Palacio Nacional dirigida al Presidente AMLO donde se le dice lo mismo.
En la conferencia mañera de este martes en Palacio Nacional, una reportera de Multimedios Televisión, “a petición de algunos compañeros de la fuente de espectáculos”, le preguntó sobre el tema, y esta fue la respuesta de AMLO:
“Acerca de este tema de Juan Gabriel no lo evado, lo trato, porque es una persona -esté vivo o esté muerto-, excepcional, extraordinario, un gran artista. Es amor eterno. Cuando fui jefe de gobierno lo invitamos al Zócalo y, como era, cantó y cantó, y me esperó hasta las seis de la mañana, que yo llegaba a las reuniones de seguridad. Y tuve con él muy buena amistad, un personaje, un gran artista con dimensión social, un liberal, una extraordinaria persona, independientemente de cualquier otra cosa.
“Sí se acercó a mí una persona que me dice que él sabe que vive Juan Gabriel y me entregó una carta, pero hasta ahí nada más. No puedo decir más, no hay elementos que prueben nada. Vamos a dar como hecho de que vive por sus canciones, por su talento, por ser una persona buena, extraordinaria, una persona libre, patriota, “porque, si yo les contara, muy, muy defensor del pueblo de México. Un extraordinario personaje, vamos a quedarnos con esa imagen.
“Y ahora sí ya, aquí con Juan Gabriel terminamos”. [Javier Padrón]