Elementos de la Policía Federal y del Instituto Nacional de Migración buscan a los 600 migrantes que se fugaron la noche del jueves de la estación migratoria siglo XXI de la ciudad de Tapachula.
Aunque la situación actualmente está controlada por los uniformados, hasta el momento no se ha iniciado una investigación sobre los que provocaron la fuga masiva.
Algunos cubanos que permanecen en el exterior del inmueble de internación denunciaron que sus familiares que están dentro son tratados de mal manera. Incluso, señalan, solo tienen derecho a bañarse una vez a la semana, comer una vez al día y beber un vaso con agua al día.
Los cubanos que permanecen en Tapachula suman más de un mes de espera a que el gobierno mexicano les otorgue el llamado “salvo conducto” para continuar su camino, pero temen ser deportados y enjuiciados en su país.
Con Información de: Excélsior