Felipe Morales
La matadora michoacana que un tiempo residió en la capital potosina evoluciona lentamente del aparatoso percance que sufrió al torear en la ciudad de Puebla.
Fue el toro “Querido Viejo” con 580 kilos de la ganadería de Santoyo el que infirió una serie de fracturas y severas lesiones en el rostro de la menuda torera que intentaba ejecutar un lance de rodillas.
La recuperación de la matadora con nueve años de alternativa podría ser hasta en tres meses; la operación tuvo una duración de seis horas ya que los galenos encontraron una serie de lesiones graves ocasionadas por una cornada con trayectoria ascendente de izquierda a derecha destruyendo bóveda palatina, maxilares, órbira superficial y múltiples fracturas.
La matadora que buscaba constantemente oportunidades de las empresas había toreado días antes en la Plaza la Coleta de Chiapas y pierde como es natural en este caso la actuación que tenía programada en la Feria de Aguascalientes.