Ciudades fronterizas como Tijuana, Reynosa y Tapachula viven el mismo panorama: albergues saturados que trabajan con pocos recursos para ofrecer lo mínimo indispensable a cientos de migrantes.
El gobierno de la capital de Baja California reportó que en los últimos seis meses mil 240 centroamericanos llegaron a la ciudad y solicitaron asilo en Estados Unidos, pero esperan el proceso en México. Sin embargo, encargados de refugios aseguran que sus instalaciones están casi a 100% de la capacidad.
El director de la estancia Casa Senda de Vida comenta que ante la afluencia de gente en otros puntos, los migrantes llegan a Reynosa, donde no les niegan la ayuda, pero no tienen recursos para atenderlos.
En Chiapas, cerca de ocho mil personas están varadas a la espera de solicitar oficios de salida, tarjetas de visitantes regionales o refugio.
Con Información de: Informador