La Copa Mundial de Futbol de 2022, en Qatar, se jugará con la cifra inicial de 32 selecciones, luego que la FIFA desistió del plan de expandir el torneo a 48 naciones.
El deseo del presidente del organismo rector del balompié mundial, Gianni Infantino, de agrandar el primer Mundial en Medio Oriente se vio truncado por una crisis diplomática en la región y las demandas de la entidad rectora del fútbol de que las naciones anfitrionas se adhieran a respetar los derechos humanos.
El Consejo de la FIFA en marzo pasado autorizó que lnfantino consultara con Qatar para sondear la posibilidad de añadir a por lo menos otro país en la región para albergar 16 partidos adicionales.
Un informe interno de la FIFA ya había llegado a la conclusión de que los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Arabia Saudita no podrían ser coanfitriones a menos que levantaran el bloqueo económico y de viajes a Qatar impuesto hace dos años.
La crisis diplomática en la región dejó a Kuwait y Omán, países neutrales, como las opciones viables. Omán había indicado que no tenía interés en montar partidos de la máxima cita del futbol. Pero el organismo finalmente determinó que no tenía el tiempo suficiente para que un país esté en condiciones de escenificar más partidos.