Renaissance Hotels se distingue por el entusiasmo de alimentar la curiosidad de los huéspedes que ven los negocios sólo como una parte de su viaje. Esa particularidad, ha llevado a la marca a extender su presencia en más de 35 países. Al comenzar el 2019 debutó en México con un Resort & Marina localizado en Puerto Cancún, y tras unos meses de operaciones celebró su apertura.
Así descubrimos que… Desde los primeros instantes, Renaissance Cancún te invita ha realizar expediciones más allá de lo convencional. La primera: desvelar el trasfondo de sus elementos interiores y exteriores. Dirigido por el Estudio Lemus Arquitectos en conjunto con Idea Asociados, el diseño del hotel de 180 habitaciones replantea el tejido histórico del destino con ánimo moderno.
Propone, además, una perspectiva distintiva y sutil de la mitología maya. La conexión entre la vida y la trascendencia del alma es una constante no sólo en los espacios que conforman el hotel, también en cada una de las actividades sensoriales que propone: siempre con la idea clara de sorprender.
En este sentido, las bebidas juegan un papel protagónico. Particularmente en Zek Bar, un lugar inspirado en el inframundo, y uno de los escenarios centrales de Renaissance Cancún. Ahí, los cocteles diseñados por el mixólogo Julio César Delgado dejan un grato sabor de boca y un recuerdo imborrable. Al caer la noche, él y su equipo de expertos muestran la creación de un trago de una manera única.
Elementos vitales
El comienzo del ciclo, de un nuevo día, está representado por Káajal restaurante. El chef Juan Pablo Vivanco, acentúa que el menú ha sido construido a partir del rico acervo culinario de la región y las bondades de los productos locales. «Estamos orgullosos de todos lo que poseemos y lo plasmamos en nuestro menú con platillos insignia como la cochinita pibil, la sopa de lima y el lechón, por ejemplo».
Eso sí, precisa, asumiendo el compromiso de que todas las propuestas sean variadas y se adapten a los gustos del amplio target de comensales: extranjeros, nacionales y visitantes de los alrededores. Los hot cakes caribeños son parte de los platillos a la carta estelares en las mañanas. Elaborados con coco tostado, queso mascarpone reducido con especias, y terminados con una compota mango ataulfo fresco, despiertan el antojo, lo mismo que el café preparado al momento por el barista.
A unos pasos, el restaurante MoroToro del chef Jair Téllez propone un viaje a Baja California a través de su cocina de autor. Disfrutar de un menú de cuatro tiempos en su terraza con los reflejos de la luna en el mar, crea una atmósfera especial. Resulta agradable evocar el sabor de la lubina al sartén con yogur griego y pipián de hojas.
Navegar con la guía de un conocedor
Los Navigators son los embajadores de la marca Renaissance que conectan a los huéspedes con la localidad y los apoyan a realizar hallazgos extraordinarios. Su conocimiento de la región les permite elaborar travesías personalizadas que conjugan naturaleza, arte, cultura y gastronomía.
Caminar entre la selva y explorar un cenote sagrado en la reserva Dos Ojos; admirar e interpretar expresiones artísticas contemporáneas edificadas con materiales rústicos; y ver el atardecer a bordo de un yate que zarpó desde la marina de Renaissance Cancún, fue parte de nuestra experiencia.
«Esa es la idea detrás de todo lo que hacemos. Desde eventos diarios como conciertos en vivo y clases de mixología hasta las travesías con los Navigators. Nuestro objetivo es ayudar al huésped a aprovechar al máximo su viaje, ya sea de negocios o de placer», explicó Marina Zúñiga, gerente general de Renaissance Cancún Resort & Marina, y subrayó: «Es hacer que su viaje sea un poco menos esperado y mucho más memorable».
Con información de Forbes.