Joaquín Guzmán, el narcotraficante mexicano más conocido por el sobrenombre de “El Chapo”, se ha fugado en dos ocasiones de prisiones de máxima seguridad, en una de ellas a través de un túnel de un kilómetro y medio desde su celda.
Pero si las autoridades estadounidenses se salen con la suya, no habrá una tercera fuga de Guzmán.
Las autoridades no han dicho dónde será encarcelado Guzmán después de ser sentenciado el miércoles por un juez federal en Brooklyn, pero es probable que pase el resto de su vida en la prisión federal estadounidense ADX Florence en Colorado, la cárcel más segura del país y la única con la etiqueta “Supermax”.
Nadie se ha escapado de esta prisión desde su apertura en 1994, y Guzmán se unirá a la larga lista de los criminales más riesgosos de Estados Unidos que ya residen allí.
“Está muy bien diseñada para su propósito, retener a los delincuentes más peligrosos del sistema penitenciario federal”, dijo Martin Horn, profesor del John Jay College of Criminal Justice y excomisario del Departamento Correccional de la ciudad de Nueva York.
“En sus dos fugas anteriores, Guzmán ha demostrado que puede tener un mayor riesgo de escape que cualquier otra persona. Eso hace de ADX Florence un lugar apropiado para él”, añadió.
Guzmán, de 62 años, fue condenado el 12 de febrero por traficar toneladas de cocaína, heroína y otras drogas hacia Estados Unidos como líder del cártel de Sinaloa en México, donde los fiscales dijeron que amasó poder mediante asesinatos y guerras con cárteles rivales.
La Alcatraz de las Rocosas
Situada a unos 185 kilómetros al sur de Denver, la prisión ADX Florence es apodada como la “Alcatraz de las (Montañas) Rocosas” en honor a la célebre prisión de San Francisco, entre cuyos reclusos figuraron gánsters como Al Capone y George “Machine Gun” Kelly, o Robert Franklin Stroud, conocido como el Hombre Pájaro de Alcatraz.
Actualmente, ADX Florence aloja a 376 reclusos que pueden verse como el “quién es quién” de los criminales más notorios del país.
Entre ellos se encuentran Ted Kaczynski, alias “Unabomber”, el conspirador de los atentados del 11 de septiembre, Zacarias Moussaoui; Terry Nichols, que perpetró el atentado con bomba de 1995 en Oklahoma, Richard Reid, alias “Shoe Bomber”; Dzhokhar Tsarnaev, que puso una bomba en la maratón de Boston; y Ramzi Yousef, uno de los participantes en el atentado de 1993 contra el World Trade Center de Nueva York.
Estos reclusos permanecen por lo general confinados durante 23 horas al día en celdas solitarias, cada una de ellas con una ventana estrecha de poco más de un metro de alto y en ángulo hacia arriba para que sólo se pueda ver el cielo.
Pueden ver la televisión en sus celdas y tener acceso a servicios religiosos, programas educativos y un almacen.
Sin embargo, se aplican restricciones especiales para garantizar que los reclusos no puedan ejercer influencia o lanzar amenazas más allá de los muros de la prisión. Los prisioneros no pueden moverse sin escolta y se realizan recuentos al menos seis veces al día.
La primera fuga de Guzmán se produjo en 2001, supuestamente en un carro de lavandería y con la ayuda de funcionarios de la prisión que había corrompido. Su segunda fuga, a través del túnel, se produjo 14 años después.
Horn dijo que ADX Florence “está literalmente construida en la ladera de una montaña, con una robusta infraestructura de seguridad”.
¿Podría Guzmán penetrar eso? “Nunca se puede decir nunca jamás”, dijo, “pero es muy improbable”.
Con información de Reuters.