El Paris Saint Germain no necesitó a Neymar, quién fue sancionado, para demostrar su superioridad ante el Rennes en la Supercopa francesa disputada en China, por 2-1 y tomar revancha de la derrota sufrida ante el mismo rival en la Copa de Francia.
El estadio Shenzhen Universiade Sports Centre, en la calurosa ciudad del sur de China, presenció cómo los parisinos de Thomas Tuchel se impusieron al conjunto entrenado por el francés Julien Stéphan, pese a ir perdiendo 0-1 al descanso.
El PSG se vio superado por la férrea defensa del Rennes en la primera parte, y un error de marcaje del central alemán Kehrer en el minuto 13 permitió a Hunou rematar, al límite del fuera de juego, un preciso centro de Bourigeaud.
Ya en la segunda parte, los parisinos, primero en defensa de cinco hasta el cambio del brasileño Marquinhos por el argentino Paredes, se mostraron más finos y Mbappé logró rematar a gol un magnífico pase de Sarabia en el minuto 57.
Pero fue Di María quien, como el año pasado contra el Mónaco y en la misma ciudad china, dio la Supercopa al conjunto parisino: salió al campo en el minuto 61, y diez minutos después marcó en un espectacular disparo de tiro libre desde la frontal del área.
El partido de la Supercopa francesa celebrado hoy y que desde 1995 enfrenta al campeón de la Ligue 1 -el PSG en esta ocasión- con el vencedor de la Copa de Francia -el Rennes- marca el inicio de los torneos futbolísticas en ese país.
Con información de EFE.