Existen cosas efímeras y el regreso de Julio César Chávez Jr. al mundo del boxeo. Este sábado, después de dos años y tres meses sin pelear, el hijo de la leyenda subió al ring y derrotó en poco más de un minuto al colombiano Evert Bravo.
Cerca de tres mil personas se dieron cita en el Estadio Antonio R. Márquez de San Juan de los Lagos para atestiguar el pleito, muchos de ellos movidos por el morbo, pero otros tantos acudieron melancólicos para ver sobre el ring al que hasta hace unos años fuera campeón del mundo y gran prospecto del pugilismo mexicano.
Los presentes soportaron la lluvia torrencial que cayó sobre el municipio jalisciense, aguantaron las tardanzas de Jr. para salir del camerino y no dudaron en superar cualquier inclemencia que se les presentara; sin embargo, al final su recompensa fue muy corta.
Fue exactamente un minuto con 26 segundos lo que duró este combate realizado dentro de la división de los súper medianos, mismo que inició con un colombiano que daba la impresión de ser un pugilista rocoso, pero que se desplomó al primer gancho al hígado que sintió en el costado derecho.
El colombiano cayó ante el júbilo de los presentes, pero esa algarabía pronto se convirtió en decepción cuando el tercero sobre la superficie decidió terminar la pelea ante el desconcierto de propios y extraños.
Un izquierdazo del Jr. a la zona hepática fue suficiente para conseguir su victoria número 51, sin embargo su festejo estuvo acompañado de un reclamo generalizado que, casi a manera de broma, pedía una nueva oportunidad para el colombiano: “otra, otra”, gritaba la multitud de los Altos de Jalisco.
A momentos parecía que “Julito” se lo tomaba a bien, a final de cuentas ganó y en las pantallas se le miraba sonriente. Por desgracia su padre fue otra historia, pues el gran Julio César mostró su desencanto ante los abucheos.
“¿Si mi hijo perdía en el primer round qué le iban a decir? Julio se preparó a conciencia para esta pelea. Si se gana porque se gana, si se pierde porque se pierde, quién los entiende”, dijo el gran campeón mexicano para cerrar una noche que pudo ser de fiesta, pero que terminó en decepción.
Por El Informador.