Sin sorpresas se realizó ayer la elección de la dirigencia nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, exgobernador de Campeche y mejor conocido como “Alito” o “Amlito” (por la presunta subordinación al Presidente AMLO), resultó el ganador y hasta ahora la adversaria más combativa, la yucateca Ivonne Ortega seguiría en el PRI a pesar de que haya denunciado fraude manera reiterada.
A nivel local la jornada transcurrió sin problemas, el gobernador Carreras muy temprano votó sin duda por el candidato oficial y se fue al evento masivo de aniversario 45 de la organización Antorcha Campesina al estadio Lastras, para reconocer al líder vitalicio Aquiles Córdova, lo que le ganó duras críticas de las cabezas de Canaco y Nuestro Centro por ensalzar a los “antorchos” como promotores del progreso en la entidad.
Otra mala noticia fue que Aquiles dejó entrever que Antorcha se podría convertir con la mano en la cintura en un partido político, lo que sería una merma considerable de votos para el PRI, a pesar de ello Carreras no perdió su gélida sonrisa.
Sin conocerse aun las cifras oficiales de la elección priista, de cualquier modo Carreras se sumó al proyecto de “Alito”, acató la línea de la cúpula y la esparció entre la militancia potosina; pero se vio obligado a “renunciar” a un colaborador suyo para no hacer más obvia su injerencia en el proceso interno.
Además de tener una relación institucional con el exgobernador campechano desde la CONAGO, ahora será más cercana por los avatares que le espera al otrora partidazo en el 2021.
En el sexenio de Carreras el PRI potosino nunca había estado tan alicaído como ahora, las elecciones del 2015 y 2018 han mostrado una declinación drástica en las preferencias ciudadanas, no tiene mayoría en el Congreso del Estado y los municipios más importantes están en manos de la oposición.
Su gubernatura es una flor en medio de tanto opositor y se ha marchitado de manera prematura por la falta de resultados, la inseguridad, ausencia de obra pública significativa, la desigualdad y marginación; las cacareadas cifras de crecimiento económico y el “boom” automotriz no impactan en el ánimo de la mayoría de la población, se mantiene en el vergonzante grupo de los gobernadores peor evaluados del país.
Después de que Martín Juárez Córdova dejó la dirigencia del PRI, las cosas no han cambiado nada con Elías Pesina, sigue la modorra, la pasividad y la indiferencia, reflejan el ánimo palaciego, el escenario para el 2021 es el de la derrota para el tricolor, habrá alternancia con Morena o el PAN.
¿PAN y PRI de la mano en el 2021?
“Alito”, quizá para sacudirse la etiqueta de pejista, anunció que buscaría alianzas con otros partidos incluyendo al mismísimo PAN (la reacción, los conservadores, los “fifís” en la óptica presidencial).
En ese eventual caso en SLP, el candidato de Carreras sería Xavier Nava, alianza en la que irían también los despojos del PRD, del que se harán cargo Miguel Ángel Campillo, Juan José Ruiz y Pedro Olvera cuando concluya la migración del gallardismo al PVEM.
El único problema es que el PAN quiere competir con un candidato propio, tienen prospectos de sobra, con Nava hay una ruptura de facto que no hacen más explícita para guardar las formas y no ahondar más la crisis del ayuntamiento; no descartan que Nava se vuelva en su contra como candidato de Morena, partido que no tiene un buen gallo a la vista tras el descarte del secretario Esteban Moctezuma, y AMLO se deslumbra con el apellido Nava. [Javier Padrón]