Como la relación del alcalde Xavier Nava Palacios con el PAN está en su nivel más bajo y la posibilidad de que sea su candidato a la gubernatura ya es remota, anda tocando otras puertas para no quedarse como el “perro de las dos tortas”.
Lo que apremió su estrategia, habría sido una entrevista que dio el exgobernador Marcelo de los Santos a un medio local, en la que mandó varios mensajes: el PAN no necesita aliarse con otros partidos en el 2021, es el único partido que tiene la oportunidad de ganar la gubernatura, hay muchos aspirantes y entre ellos está su hijo Marcelo de los Santos Anaya, “si dice que sí, pues vamos para adelante”.
Por eso, en su más reciente visita a la Cámara de Diputados para promover la Convención Municipal Hacendaria “para lograr una redistribución más justa del presupuesto” para los ayuntamientos del país, Nava tuvo tiempo para reunirse con varios personajes de Morena, entre ellos con el senador Ricardo Monreal justo cuando este hacia rodar la cabeza de Martí Batres de la presidencia de la mesa directiva del Senado.
De acuerdo a fuentes morenistas, el alcalde capitalino estaría muy interesado en obtener la candidatura de la #4T, y está tejiendo una alianza con el hombre indicado, ya que Monreal es uno de los políticos más cercanos al Presidente AMLO, quien le asignó la operación político-electoral directa de varias entidades de esta región, incluyendo San Luis Potosí con resultados exitosos.
Esta versión podría contrapuntearse con la beligerancia pública de Nava hacia AMLO, se sumó al grupo “Contrapesos”, está adscrito a la corriente de los “Galileos”, opositores furibundos al tabasqueño, además Nava es conservador y por donde se le vea es un “fifí” que amaga con una rebelión nacional de alcaldes para lograr más recursos del presupuesto del 2020.
Se antoja difícil un cambio de camiseta así; empero, en política todo o casi todo es posible y el alcalde es tan pragmático como lo es el propio AMLO.
Nava se vería beneficiado del auto descarte del secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, como aspirante a la gubernatura, era el idóneo y dejó en la orfandad a Morena, porque los prospectos locales que se han mencionado no dan el ancho.
El expriista Juan Ramiro Robledo, cercano a AMLO, si en verdad quiere ser candidato, ya debería estar trabajando en ello y no da luces; tiene también relación con Monreal pero le falta carisma y química con la gente, sin que esto signifique que Nava sea una perita en dulce.
Los grupos de poder que sostienen a Nava vieron con extrema preocupación la alianza del gallardismo con AMLO, quien colocó al diputado federal Ricardo Gallardo Cardona como otro prospecto para la gubernatura, de ahí que el alcalde fue instruido para que hiciera a un lado su antipejismo galileo y tanteara la posibilidad de que sea considerado como candidato de Morena.
Suponiendo sin conceder, que Nava fuera impuesto como candidato por AMLO a propuesta de Monreal y por la resonancia del histórico apellido, las élites potosinas se fragmentarían, las de mayor peso económico se irían con el PAN, con el primogénito de Marcelo de los Santos.
Si Moctezuma fuera el candidato, las élites se mantendrían unidas, el hijo del arquitecto Pedro Moctezuma Díaz Infante les garantiza un gobierno de izquierda con políticas de derecha.
Detrás de Nava como candidato de Morena, estaría el aparato político de su tío Horacio Sánchez Unzueta, viejo lobo de mar que gobernó la entidad con la forzada bandera del prinavismo en idilio y tuvo una relación de choque con el panismo; “cacique” lo llamó el finado Carlos Castillo Peraza. Si AMLO mandara al carajo el proyecto de Nava-Horacio, volvería a la entidad “la espiral de la violencia y la inestabilidad política”.
En el PAN es evidente que ya no quieren a Nava, lo ven como un mero instrumento que les permitió recuperar la alcaldía capitalina, escalón fundamental para la gubernatura, y ya no es útil; el panismo tiene en Marcelo de los Santos Anaya a su figura más competitiva para el 2021. [Javier Padrón].