Un conflicto entre bandos priistas amenaza en convertirse en un movimiento más amplio para exigir la destitución de la alcaldesa de Villa de Zaragoza, Paloma Bravo García.
En contra de la política presidencial del amor y paz, el gobierno carrerista lanzó un operativo policiaco por la noche para desalojar al grupo de inconformes encabezados por el regidor Rafael Ortega.
Los manifestantes, al ver las intenciones de los policías estatales, lanzaron palos y piedras, y un policía estatal disparó al aire en varias ocasiones, de puro milagro las cosas no pasaron a mayores, estaríamos hablando de una tragedia y de una crisis de gobernabilidad con un costo muy alto para el gobernador Carreras y el secretario Alejandro Leal Tovías.
El operativo fue atestiguado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos que, hasta el momento, no ha emitido una postura sobre lo ocurrido. En casos irrelevantes o no verificados, se ha visto a su presidente Jorge Andrés López Espinosa muy apresurado mandando boletines de prensa.
En Palacio de Gobierno se tiene como responsable del desaguisado al director de Desarrollo Político, Carlos Gerardo Romero González, le asignaron desde tiempo atrás la solución del conflicto y lo ha empeorado.
Los inconformes lo rechazan, no lo consideran un mediador confiable, aseguran que les ha mentido; también la alcaldesa Bravo ya se desesperó y no ve por ningún lado la ayuda que le prometieron del gobernador Carreras para desactivar el conflicto que amenaza con echarla del cargo, sobre ella recaen sospechas de corrupción.
Si le mandaron ayuda a través de Romero González, de nada sirvió. El funcionario estatal se ha brincado las trancas en varias ocasiones, como la vez que se fue de gira en el interior del estado promoviendo al alcalde Xavier Nava como el “gallo” del gobierno carrerista para el 2021, y en la elección interna del PRI operó a favor de la yucateca Ivonne Ortega, cuando la línea oficial era votar a favor de Alejandro Moreno.
Ya es hora de que Leal Tovías designe a otro mediador para Villa de Zaragoza, que sea aceptado por ambas partes, con experiencia y dotes negociadoras, de lo contrario arderá este municipio.
AMENAZAN AL “MIJIS”
Las amenazas contra el diputado Pedro Carrizales son cíclicas. Su ausentismo y escaso rendimiento legislativo, son suplidos con escándalos y desfiguros.
Ahora se dice víctima de violencia política de una mujer, Patricia Álvarez, comisionada nacional del Partido del Trabajo.
Con el gobernador Carreras a unos metros, en el vestíbulo del Congreso del Estado doña Patricia lo habría amenazado para que no hablara mal de su compañera diputada Paola Arreola, a la que le disputa la coordinación de la bancada, “te va a cargar la chingada si hablas mal del PT”.
“El Mijis” está evaluando en renunciar al partido y sumarse a Morena, si se va sería independiente como fue el caso del experredista Emmanuel Ramos Hernández.
Patricia Álvarez ya fue diputada local por el magisterio gordillista y estuvo a punto de ser diputada plurinominal en la actual legislatura por el PT, también pasó por el PAN, y si le debemos de creer al “Mijis”, tiene un lenguaje muy florido y convincente.
Si antes se criticó al viejo PRI por tener partidos paleros, como el PARM, el PPS, PANAL y PVEM, el PT es un partido sanguijuela de la #4T que ha sobrevivido gracias al “efecto AMLO”.
Con una supuesta ideología maoísta, es creación de Raúl Salinas, a los cuadros se les forma con lecturas de las obras del italiano marxista Antonio Gramsci, en los hechos es un partido cacahuatero que durante muchos estuvo dirigido en el estado por Jesús Belmarez, quien fue diputado plurinominal en varias ocasiones y mantuvo al partido como sigue hasta ahora, a las caiditas. [Javier Padrón]