El pintor austriaco Egon Schiele nunca estuvo libre de polémica, fue acusado de inmoral debido a la naturaleza de su obra, la cual mostraba desnudos totales o parciales, escenas de violencia y cuerpos deformados.
Hace más de 100 años, la gente consideró su trabajo pornográfico y grotesco, tuvo que enfrentarse a la incomprensión social e incluso política y al ataque, pues había quienes cuestionaban directamente su vida.
Schiele fue discípulo de Gustav Klimt, más tarde esta influencia lo llevaría a experimentar con el expresionismo radical, decantándose por mostrar el cuerpo humano y las posibilidades que lo envolvían, exhibiendo el erotismo de las figuras en las que trabajaba, cuestión que propició la censura de su obra.
El artista formó parte del movimiento la Secesión vienesa fundada por Klimt cuyo lema era “A cada tiempo, su arte. A cada arte, su libertad”.
El pintor se caracterizó por abandonar la estructura de la academia y distorsionar agresivamente los cuerpos, entre los que se encontraban autorretratos, pero también mostraba a mujeres desnudas, a niños desnudos, a lesbianas y heterosexuales teniendo sexo, incluso pintó a su hermana pequeña desnuda, cuestión por la cual fue severamente criticado.
A través de su trabajo pretendía mostrar la soledad y la muerte, con gestos expresivos, exhibiciones del cuerpo que llegaban a rayar en lo perturbador, el arte de Schiele era incómodo.
A los 21 años fue acusado de secuestro y corrupción de menores por haber llevado a la hija de un militar retirado a la casa de un pueblo con el objetivo de retratarla desnuda, lo cual lo llevó a pasar tres semanas en la cárcel. No le pudieron demostrar nada relativo al secuestro o a un supuesto abuso sexual, sin embargo, esto lo llevó a ganarse el odio de las personas quienes no veía con buenos ojos sus prácticas pictóricas y el estilo de vida del artista.
Para conmemorar el centenario del fallecimiento de Schiele el museo Leopold de Viena promovió la exhibición de los trabajos del artista organizando exposiciones con su obra por toda la ciudad, iniciativa a la que se sumarían diversas ciudades europeas.
Sin embargo, 100 años después, la obra de Schiele enfrentó nuevamente la censura cuando los gobiernos de Reino Unido y Alemania bloquearon la muestra por considerarla pornográfica e inmoral pues “no es ético mostrar los genitales públicamente”.
El gobierno de Viena propuso la difusión de la obra con una modificación, los carteles fueron colocados en las ciudades de Londres y Berlín con una valla blanca atravesada en la que se podía leer la leyenda: “Cien años ya, pero aún es demasiado atrevida” junto con el hashtag #ToArtItsFreedom.
Egon murió a los 28 años víctima de la gripe española, pero su obra sigue abriendo un gran debate acerca de lo que es moral y responsable representar en el mundo del arte y hasta qué punto deben de existir los límites.
Por Yaconic.