El primer informe del alcalde Xavier Nava estuvo blindado por fuera y al interior se desplegó un escenario que diera la sensación de una cercanía con la asistencia, al tomar la palabra el dirigente patronal Jaime Chalita y dos agentes municipales con méritos deportivos, completaron la intención de darle un formato interactivo al estilo gringo.
Hubo varias ausencias muy reveladoras que abonan la idea de que no ha habido una reconciliación, ni la habrá, entre Nava y el PAN; se ha optado por simular para no dar armas al enemigo común, una ruptura perjudicaría a los dos, pero dejan resquicios de que las cosas están empeorando.
El dirigente estatal, Juan Francisco Aguilar, consideró más importante irse al interior del estado, “a ranchear” con otros alcaldes del PAN, que quedarse en la capital para respaldar a Xavier Nava, la joya de la corona que ganaron pero nos les pertenece; con boletines de prensa y un tuit de felicitación, quiso cumplir con la cortesía política.
Otros panistas que no asistieron fueron los exalcaldes Octavio Pedroza, Jorge Lozano y Alejandro Zapata; el diputado federal Xavier Azuara ni el senador Marco Antonio Gama; en compensación, se dejaron ver los exalcaldes Mario Leal, Marcelo de los Santos y del viejo bando navista, Guillermo Pizzuto, ya en franco retiro de la política.
El mensaje implícito de los ausentes al informe de Nava y que aspiran a la gubernatura, fue decirle que sus posibilidades de que sea el abanderado se han vuelto remotas. De los Santos asistió pero fue descortés con el anfitrión al responder preguntas de los reporteros sobre la posibilidad de que su primogénito pueda ser el candidato a la gubernatura, clavó el tema en la agenda del informe.
Otros grandes ausentes por los cargos federales que ocupan, los delegados Gabino Morales y Leonel Serrato, no hay química ni con uno ni otro; del notario es más explicable, tiene querellas con los hermanos Nava Calvillo; y Gabino sabe bien que el alcalde es parte del grupo Contrapesos, no congenia en absoluto con la #4T.
Del apoyo del sector privado podemos decir que era unánime, a un año de gestión comienza a dividirse, a matizarse, si Jaime Chalita es un aliado de Nava, otro Chalita, su primo José Luis, de Nuestro Centro, es un duro detractor.
Con el gremio de los constructores la relación sigue de bajo perfil, se recurrió al gobernador Carreras para que interceda y se expidan permisos de fraccionamientos y vivienda vertical en la zona dorada de la ciudad, el nuevo plan de centro de población estratégica va para largo, se llegó a leer en un titular periodístico. No hay parálisis en la construcción, afirma la directora de Desarrollo Urbano, Patricia Álvarez, aunque el dato duro es que no se ha autorizado un solo fraccionamiento en el primer año. La CMIC, con su cuota en la dirección de Obras, se mantiene al margen del conflicto impulsado por la AMPI.
No se descartaba que Nava diera alguna noticia de alto impacto contra su antecesor, solo dio cuenta de las denuncias presentadas sin referirlo por su nombre ni anunciar ninguna novedad por el riesgo de que sus acciones del primer año de trabajo perdieran el foco de atención pública, se guardó las embestidas contra Ricardo Gallardo Juárez para los días siguientes.
Estos lances navistas no pueden sustraerse de un contexto de la lucha por el poder en el 2021, a Gallardo le espera un destierro similar por el que han pasado Victoria Labastida y Mario García; y sus tesoreros fueron inhabilitados para salvarles el pellejo. A Victoria le truncaron su carrera los grupos priistas que llevaron a Carreras a la gubernatura, y en el caso de Mario, fueron sus propios errores y consejeros los que acabaron con su sueño de ser gobernador.
La disputa por la sucesión 2021 ya entró en otra fase. Carreras en apariencia sigue teniendo el control político de su proceso sucesorio que le garantice una jubilación política apacible y el disfrute de su patrimonio, ha habido algunos movimientos y cambios de camiseta.
Nava se mantendría como independiente, así lo postularían el PRD, el embrión Futuro 21, el PRI y el navismo familiar; el PAN se iría con De los Santos Anaya, el apellido unifica al partido y a la mayor parte de las élites económicas; en Morena hay más incógnitas, a la falta de un candidato propio fuerte, descartado Moctezuma, los panistas anticipan que AMLO tiene a Ricardo Gallardo Cardona como su candidato de coalición con Morena, PT y PES; Juan Ramiro Robledo sigue sin levantar la mano.
Ya desde ahora se avizora que la elección del 2021 estará muy polarizada con tres bandos en disputa, más lo que se acumulen de relleno para vender caro su amor. [Javier Padrón]