El empresario Carlos López Medina presentó el 28 de agosto el proyecto inmobiliario “Las Cañadas” en los talleres del IMPLAN, sin duda el más ambicioso de la historia local por su extensión (dos mil 68 hectáreas) y sus impactos económico, social y ambiental; ubicado fuera del área de reserva natural decretada por el gobierno carrerista, se encuentra en espera de realizar los trámites respectivos ante los tres niveles de gobierno.
A la resistencia de un puñado de comuneros que se les ve y trata con desdén, a excepción del Presidente AMLO que les ha mandado varios guiños, se debe añadir un obstáculo legal que no fue mencionado por López Medina en su presentación por obvias razones.
En el Diario Oficial de la Federación del 23 de agosto de 1993, se publicó el decreto de expropiación de 35 hectáreas de la comunidad de San Juan de Guadalupe, tierras de temporal y agostadero de uso común “para destinarlos a formar parte del vaso, zona federal y de protección de la cortina de la presa Cañada de Lobo”.
Este decreto promulgado por el entonces presidente Carlos Salinas impide cualquier intento de fraccionar esas 35 hectáreas y están ya dentro de las 2 mil 68 que pasarán al dominio de “Espacios en el Horizonte, la empresa de López Medina y socios; esta irregularidad los tiene sin cuidado porque la promoción comercial del fraccionamiento denominado “Las Cañadas” tiene como imagen principal la presa de La Cañada de Lobo, como si fuera ya propiedad privada cuando es federal.
Las entidades públicas competentes para conocer de este caso, son las delegaciones de la SADER y CONAGUA, que han optado por guardar silencio, y falta poco para que sus titulares tengan que salir a fijar una postura pública, de lo contrario, se verán omisos y negligentes en perjuicio del patrimonio de la nación, esas 35 hectáreas están fuera del comercio pero ya tienen dueño.
La expropiación de la Cañada de Lobo por utilidad pública, se consumó con el pago de 523 mil 813 de nuevos pesos a los comuneros. ¿Cómo le hizo “El Chato” para adquirir 35 hectáreas federales? Ya sabemos que no litiga en los medios, los tribunales es lo suyo.
EL PARQUE QUE NO FUE
Hace unos años un docente de la UASLP, Rigoberto Lárraga Lara, presentó un proyecto de un parque lineal en la Cañada de Lobo en una extensión de 400 hectáreas para:
“regenerar el tejido social; conservar el espacio público la ZMSLP; desarrollar gobernanza; conservar las recargas del acuífero; invertir en la seguridad humana; sanear espacios residuales; promover la convivencia familiar y la actividad física; promover el desarrollo local, con proyectos productivos. Por otro lado, las amenazas son: que otros capitalicen la plusvalía generada por el parque lineal; que un interés particular detenga los intereses colectivos; que los intereses inmobiliarios tomen control del proyecto comunitario”.
La propuesta no prosperó y ahora son los intereses inmobiliarios los que se imponen a los colectivos. [Javier Padrón]