Felipe Morales
De poco o nada sirvieron los intentos, los llamados, el abrazo de paz, todo quedó en buenas intenciones pero falló cuando pseudo aficionados, vándalos, desadaptados provocaron un brote de violencia que terminó con la suspensión del partido que vivía el minuto 83 y el marcador indicaba, cero goles para Querétaro y San Luis.
Falló el operativo además, la incapacidad de los cuerpos de seguridad fue evidente al no contener el brote desde que iniciaron los amagos, los proyectiles.
La solución “el mejoralito” fue reubicar a los aficionados de San Luis que eran víctima de las agresiones, situación que fue creciendo hasta que fanáticos de ambos cuadros se enfrascaron en una reyerta que derivó con invasión a la cancha por la gente que en el afán de protegerse buscaron un mejor lugar.
En la tribuna el intercambio de proyectiles desde piedras hasta tambos de basura creció sin que ninguna autoridad pudiera controlarlo; los elementos de las corporaciones y de la seguridad del estadio era tan insuficiente como inoperante.
Obviamente el partido se detuvo cuando el marcador indicaba una victoria de dos goles a 0 favorable al visitante.
LO DEPORTIVO
Previo al juego la presentación de los equipos acostumbrada y la foto con pose de ambos equipos con sus jugadores alternados en símbolo de enésima invitación a la paz.
Tras el eco del silbatazo inició la batalla y al minuto 24 Querétaro ya estaba al frente con anotación de Jair Pereira con remate de cabeza; el segundo gol llegó al minuto 42, otro remate de cabeza esta vez por Luis Romo aprovechando un centro.