Mercedes se lució. Con una sorprendente estrategia a una sola parada —que anuló la ventaja que suponía la pole position desde la que arrancó Charles Leclerc (Ferrari)—, Lewis Hamilton volvió a ganar en México y rompió la sequía que lo perseguía desde 2016 de celebrar la victoria ante el entusiasta público capitalino.
El inglés no concretó su sexto título mundial en el Autódromo Hermanos Rodríguez, pero demostró porque merece la confianza del equipo alemán, que fraguó desde el carril de pits el antídoto para anular a la Scuderia, que había arrancado el Gran Premio de México desde la primera posición.
Después de Hamilton, sus escoltas Sebastian Vettel (Ferrari), segundo, y Valtteri Bottas (Mercedes), tercero, pudieron repartirse las migajas de un botín del que ya poco quedó para Leclerc (cuarto).
Con autoridad y en la pista, los movimientos precisos en el momento correcto llevaron a Hamilton a asumir el liderato en la vuelta 44 de las 71 que le dieron al trazado de 4.304 kilómetros. Desde ese momento el pentacampeón no volvió a tener a nadie frente a él, hasta recibir la bandera a cuadros, que celebró con donas en el Foro Sol.
Sergio Pérez capitalizó el plan trazado desde ayer y aprovechando todos los espacios que le dieron en la pista repitió su mejor resultado en este circuito, al cruzar la meta en la séptima posición para alcanzar su centésima carrera sumando puntos en la máxima categoría.
Un total de 138 mil 435 personas coparon las gradas para registrar una entrada histórica que a lo largo del fin de semana acumuló 345 mil 694, siendo la carrera que más audiencia tuvo al superar las 339 mil 967 que habían venido a ver la Fórmula 1 en 2016.
Cumplió así nuestro país con una de las carreras más esperadas del campeonato, que pinta para volver a ser reconocido como el evento mejor organizado de la categoría, como lo ha sido en las cuatro ediciones que le preceden.
Por Excélsior.