La división de la bancada de Morena en San Lázaro provocó que la UIF perdiera la posibilidad de solicitar la extinción de dominio de los recursos en cuentas bloqueadas.
Además, la instancia estará obligada a notificar por escrito el congelamiento de cuentas. Esto fue posible debido a que la diputada morenista Lydia García propuso un cambio al dictamen que ganó por solo dos votos (225 a favor contra 223 en contra).
“Quiere llorar, quiere llorar”, le gritaron los diputados de oposición a Mario Delgado, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, quien reclamaba a la presidenta Laura Rojas no haber dejado abierto el tablero para que más diputados votaran.
El asunto provocó que Rojas decretara un receso y se confrontara con Delgado quien subió hasta la Mesa Directiva e intercambió manotazos con la legisladora. Panistas y morenistas también subieron a tribuna y protagonizaron empujones. En estos momentos, la sesión continúan suspendida.
Por Heraldo de México