Tres coches bomba explotaron el lunes en el pueblo de Qamishli, en el noreste de Siria, cerca de la frontera con Turquía, dejando al menos seis muertos, mientras que un sacerdote fue asesinado a tiros cerca de un área de extremistas, indicaron medios estatales y activistas.
En el norte de Siria ha habido varias explosiones que han dejado un sinnúmero de muertos y heridos en el último mes. Eso es desde que Turquía comenzó una operación militar en contra de combatientes kurdos luego que el presidente Donald Trump decidiera retirar soldados estadounidenses del noreste de Siria.
Reportes de las explosiones dieron diferentes cifras de muertos y heridos, lo cual no es raro inmediatamente después de este tipo de ataques.
Las explosiones se debieron a coches bomba los cuales dejaron al menos tres muertos y unos 20 heridos, dos carros explotaron en una calle comercial mientras que otro explotó cerca de un hotel.
Dos de las explosiones más ocurrieron en un mercado, dejando al menos seis muertos y 21 heridos.
En otra parte del noreste de Siria, un atacante mató a tiros a un sacerdote católico armenio y su padre mientras manejaban de Qamishli a la ciudad de Hasakeh.
El Estado Islámico reivindicó este ataque, diciendo que uno de sus combatientes asesinó a dos sacerdotes.
AP