La titular de la Auditoría Superior del Estado, Rocío Cervantes Salgado, recién fue expuesta por practicar lo que se supone debe evitar y sancionar en las entidades públicas que revisa.
A sus ingresos mensuales netos de 63 mil pesos, en junio recibió además 156 mil 880 pesos a manera de justa y merecida compensación por su esfuerzo pero que mantenía en secreto.
Junto con ella, sus colaboradores Fernando Díaz Jiménez (coordinador de Auditorías Especiales), recibió 144 mil pesos en un mes; Gloria Macías (secretaria técnica) más de 128 mil pesos y Luis Esteban Villanueva, más de 90 mil pesos.
Se reparten una bolsa de más de tres millones al mes, a los sindicalizados también les toca para que no haya quejas de favoritismo hacia el personal de confianza.
La Ley Federal de Austeridad no aplica en la ASE, es letra muerta.
La revelación se debe a Ciudadanos Observando, la ASE se resistió a dar la información solicitada vía transparencia, fue mediante una queja ante la CEGAIP —que a veces parece que no está de adorno— como se obtuvieron los datos y cifras, la contadora Cervantes ha guardado un sospechoso silencio, no salió a defenderse de los señalamientos, a decir que las compensaciones son legales.
Con este proceder, Cervantes ya perdió toda autoridad para leerles la cartilla a los funcionarios de los tres poderes, con qué credibilidad va a sancionar a los corruptos, si se pensó que se había superado la época del anterior titular, José de Jesús Martínez Loredo, fue una mera ilusión; ella fue designada por la anterior legislatura de grata memoria para los potosinos. [Javier Padrón]