Andrés Manuel López Obrador continúa con la práctica de otorgar amnistía fiscal a las grandes empresas, pese a que se comprometió a cancelarlas para terminar con privilegios “inmorales” que dañan la estabilidad de las finanzas públicas.
El Informe sobre los proyectos de inversión autorizados, disponible en el portal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, reporta que un total de 31 empresas fueron beneficiadas con la amnistía fiscal por 406.2 millones de pesos.
Productos Farmacéuticos Collins, S.A. de C.V está listada en el número 21, con el proyecto denominado Diseño de planta piloto para el escalamiento y validación de compuestos farmacéuticos sólidos orales para salud humana. El Estímulo Fiscal a la Inversión y Desarrollo de Tecnología otorgado a dicho proyecto fue por 50 millones de pesos.
El 2 de octubre de 2008, la Oficina del Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC, por sus siglas en inglés) fichó a varias empresas mexicanas, por considerar que formaban parte de una red de lavado de dinero conectada con el cártel de los Amezcua.
La determinación de la oficina perteneciente al Departamento de Estado de Estados Unidos significa que los capitales que las empresas fichadas tienen en territorio estadounidense son congelados automáticamente y tanto el gobierno como las compañías de aquel país tienen prohibido establecer lazos comerciales con los consorcios fichados.
El 3 de octubre pasado, en su conferencia de prensa mañanera, el presidente López Obrador se refirió específicamente a la amnistía fiscal, cuya práctica inició durante el sexenio de Felipe Calderón y continuó en el de Enrique Peña Nieto.
Sus palabras fueron de crítica y censura a las condonaciones fiscales, aunque en la práctica ya había avalado su reanudación para beneficiar a empresas que estarían relacionadas con los cárteles del narcotráfico.
Entonces, lo que se está haciendo ahora pues evitando que continúe ese privilegio fiscal, que es una gran injusticia. Eso se termina. Es un asunto inmoral y más cuando se trata de grandes corporaciones
La etiqueta de empresa involucrada con la mafia, que le impuso el gobierno de EEUU, no impidió que Productos Farmacéuticos Collins permaneciera vigente en las compras de los gobiernos de Calderón Hinojosa y Peña Nieto.
Daniela Guazo, detalló que Farmacéuticos Collins tenía contratos con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) que le dejaron ganancias por 10 millones de pesos sólo en 2007. Ya había sido incluida en la lista de empresas relacionadas con el lavado de dinero y aún así consiguió 69 concesiones y 52 contratos con el gobierno federal.
Como ocurrió con los gobiernos que López Obrador denomina neoliberales y corruptos, él también autorizó incluir a Farmacéuticos Collins, entre otras 31 empresas, en un programa de estímulo fiscal que les permitirá exentar el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) por hasta 50 millones de pesos en 2019, bajo el argumento de incentivar la investigación y el desarrollo de tecnología.
La consultora Stratfor Global Intelligence señala que el cártel de Los Amezcua -también conocido como de Colima- fue fundado por José de Jesús y Adán Amezcua Contreras a finales de los 80. El grupo se especializa en drogas sintéticas y son conocidos como “Los Reyes de las Metanfetaminas”.
Mientras otras organizaciones criminales se dedicaron al tráfico ilegal de cocaína en Estados Unidos, Los Amezcua se concentraron en la producción de metanfetamina. Su centro de operación es la Ciudad de México y también han conseguido presencia y liderazgo en Colima, Guadalajara y Tijuana.
Infobae