José Antonio Motilla Chávez, historiador y crítico de arte, que se desempeñaba como docente del Centro Universitario de las Artes, dependiente de la Coordinación Académica en Arte de la UASLP, en su cuenta de Facebook publicó una extensa carta dirigida a los alumnos y colegas para agradecerles su apoyo luego de que fue notificado de que no se le renovaría su contrato.
“Mi caso no es de carácter académico sino político, por la mala fe de individuos que a pesar del nepotismo y el tráfico de influencias, buscan satisfacer sus intereses personales sin importarles la universidad ni los alumnos, que son la razón de existir de nuestra institución”, escribió Motilla.
El docente da una detalla explicación de lo sucedido, se le informó que “la comisión evaluadora dictaminó no renovar el contrato”, con diversos pretextos que impugnará ante las instancias correspondientes.
El director de la Coordinación Académica en Arte y del Centro Universitario de las Artes, es el maestro Rodrigo Meneses Gutiérrez, quien sería el responsable de la exclusión de Motilla, tiene a su esposa Estela Urías Carlos y hermano Juan Pablo Meneses como docentes, además de ser “juez y parte” en las evaluaciones a los maestros.
Meneses fue designado director tras la renuncia de Dolores Lastras Martínez, que pasó a ocupar la secretaría académica de la UASLP, en lugar de Lucy Nieto Caraveo, cuya salida se habría dado por malos tratos y presiones del rector Manuel Fermín Villar Rubio. Nieto anticipó su jubilación.
De acuerdo a diversas fuentes universitarias, Lastras Martínez continuaría teniendo bajo su control al CAA a través de Meneses, por lo que habría cesado a Motilla Chávez con la anuencia de la funcionaria, hija del exrector Alfonso Lastras Ramírez.
De Dolores Lastras se afirma que tiene una escasa preparación y carece de méritos académicos, pero es una de las dos opciones para relevar al rector Villar Rubio el próximo año, el otro prospecto es el secretario general, Anuar Abraham Kasis Ariceaga; el tercero sería el director de la Facultad de Medicina, Alejandro Javier Zermeño Guerra.
La denuncia de Motilla Chávez se publica de manera íntegra:
Estimados alumnos, ex alumnos, colegas y amigos
Recurro a este medio para agradecer las múltiples muestras de apoyo, cariño y solidaridad que me han externado. Como ustedes saben, ayer (último día de actividades de este semestre de la universidad), fui notificado de último momento que mi evaluación como profesor de tiempo completo (PTC) fue desfavorable, por lo que la comisión evaluadora dictaminó “no renovar el contrato”. Afortunadamente, el veredicto del dictamen es inconsistente e infundado, por lo que apelaré al recurso de impugnación, al que por reglamento tengo derecho para buscar mi inmediata recontratación, y más cuando el proceso de evaluación fue coordinado por el director de mi entidad académica y por sus subordinados, en el que el primero, siempre estuvo presente, no obstante que también fue evaluado, es decir fue juez y parte.
El dictamen señala tres puntos con los cuales sugiere no recontratarme:
a) “El número de materias y horas frente a grupo que dedica a la LAC es insuficiente”.
Impartí cinco materias en el periodo de evaluación. Es importante señalar que las materias son asignadas por el director y sus subordinados, es decir, yo no tengo injerencia al respecto. Además solicité por escrito otras materias que se ajustan a mi perfil académico y experiencia profesional, las cuales me fueron sistemáticamente negadas; a pesar de que como profesor investigador de tiempo completo no estoy obligado a concursar materias, en el caso de la asignatura Crítica de Arte, el director me indicó que debía concursarla y aún así me fue negada. Esto teniendo en cuenta que soy miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, sección México, la cual es la máxima institución mundial en la materia. En búsqueda de cumplir con mayor número de horas clase, y por el compromiso que tengo con la institución, solicité e impartí materias en la licenciatura en historia de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, y en cursos de extensión del Centro Universitario de las Artes.
b) “El NPTC aún no obtiene el grado de doctor”.
Entregué a la comisión evaluadora una carta de mi directora de tesis, en la que se señala como fecha previsible de titulación el mes de enero de 2020 y cuando cuento con el voto aprobatorio de ella, en el que señala las virtudes de mi investigación. Mi titulación aún no ha sido posible, ya que los tiempos son dictados por mi comité tutor y por la UNAM.
c) “No hay evidencia del trabajo colegiado con otros NPTC de la DES que resulte en productos de investigación; más aún, el NPTC se integró a un cuerpo académico ajeno a la vez, lo cual retrasará seriamente la formación de un cuerpo académico perteneciente a la DES como se tenía contemplado en el programa de actividades”.
La dirección de la entidad académica sistemáticamente se ha negado a incluirme en sus proyectos y diversas actividades. Por expresa recomendación de altas autoridades universitarias y ante la negativa de los otros dos NPTC de mi escuela, tuve que buscar un Cuerpo Académico con el cual colaborar, lo cual no solo es aceptado sino aplaudido por las instituciones al fomentar la generación de conocimiento multidisciplinar.
El dictamen es infundado y no reside en una cuestión académica sino política, ya que en el periodo de evaluación cuento con un artículo académico arbitrado, tres artículos académicos arbitrados e indexados, dos capítulos de libro arbitrado aceptados para su publicación, una reseña aceptada y en proceso editorial, y un artículo arbitrado en dictamen en co autoría con dos alumnas de la licenciatura, el cual fue aceptado por la revista académica en días pasados y se publicará en enero de 2020. Cabe señalar que uno de los artículos arbitrados e indexados fue publicado en una revista internacional de alto impacto, la cual es una de las más prestigiosas y reconocidas en el campo del arte a nivel mundial.
También trabajo en un cuerpo académico con investigadoras e investigadores del más alto nivel de la universidad, quienes son líderes en sus campos de estudio, y desarrollo un ambicioso proyecto de investigación de largo aliento, en colaboración con investigadores del área de las ciencias exactas tanto de nuestra universidad como de la UNAM.
Confío plenamente en las autoridades universitarias y en la verdad. Pediré una revisión transparente, académica, y apegada a derecho de mi expediente.
Mi caso no es de carácter académico sino político, por la mala fe de individuos que a pesar del nepotismo y el tráfico de influencias, buscan satisfacer sus intereses personales sin importarles la universidad ni los alumnos, que son la razón de existir de nuestra institución.
En un mundo que se transforma, ante una sociedad y una universidad que buscan a toda costa la igualdad, la equidad, la transparencia, la justicia, el bien común, y la abolición de la corrupción y las malas prácticas, este tipo de arbitrariedades no tienen cabida.
Con mucho cariño y admiración hacia todas y todos ustedes,
José Antonio Motilla
1 comentario
¿Que tienen que ver las elecciones de rectoría en esta situación?