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Mesa Revuelta/Emilio de Jesús ante la Reforma Laboral

La Reforma Laboral aprobada el año pasado se complementó con la reciente publicación de Ley Orgánica del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, por lo que se espera acabar con los cacicazgos sindicales en todo el país, es lo que pretende la 4T.

En el caso de San Luis Potosí, la figura emblemática del charrismo sindical es Emilio de Jesús Ramírez Guerrero, asumió el control de la Federación de Trabajadores del Estado-CTM desde antes de la muerte del líder histórico Guadalupe Vega Macías, en el 2006; fue uno de los fieles lobitos de Fidel Velázquez.

El feudo de don Lupe, hombre de cuna humilde, comenzó de vendedor de leche bronca en bicicleta, orgullo y alcalde priista de Soledad, legislador en varias ocasiones, duró 36 años; y Emilio de Jesús, nacido en Rioverde, es abogado y sigue sus pasos, aunque la historia puede cambiar.

A diferencia de Vega Macías, a Emilio de Jesús se le atribuye una inmensa fortuna, acumulada a costillas de los miles de trabajadores que dice representar; se recuerda aquella anécdota de cuando el notario Benavente lo sorprendió en una Nochebuena en uno de los restaurantes más caros de París.

Pertenece a La Lonja, el anacrónico reducto de esa minoría potosina con pretensiones aristocráticas huehuenches que ve con desprecio a la clase trabajadora; ha sido legislador priista en varias ocasiones, acató la línea palaciega de darle la espalda al entonces candidato priista Luis García Julián y votar de manera corporativa por el panista Marcelo de los Santos.

Perfila a su hijo Mauricio Ramírez Konishi, actual diputado local del PRI, egresado del ITAM, para sucederlo en el control de la FTE. En teoría, desde su curul representa al sector obrero pero defiende los intereses empresariales y hasta les reprochó a los reporteros que cubren el Congreso del Estado que también comen de las viandas que se sirven a los diputados para que no se malpasen, cuando se le criticó el gasto y la falta de austeridad.

A Emilio de Jesús le ha costado tener el nivel de vida de magnate, no es tarea fácil mantener a San Luis Potosí con un sindicalismo blanco, libre de huelgas y líderes rojos, y a los obreros con los sueldos más bajos del país, aún los del ramo automotriz en comparación con los de otras entidades.

Ya es sabido que antes de la colocación de la primera piedra de una empresa o fábrica, Emilio de Jesús ya tiene conformado el sindicato respectivo con el contrato colectivo de trabajo, en el idioma que sea necesario, inglés, chino, alemán o japonés, sin que se hayan contratado a trabajadores de carne y hueso, se recurre a fantasmas.

La clase empresarial ve a Emilio de Jesús como un pilar de la estabilidad laboral, del sometimiento de los sindicatos, nunca ha tenido un conflicto con el sector patronal, sostienen una relación óptima y fructífera para ambas partes, la clase trabajadora no tiene voz ni voto libre en las asambleas sindicales y los salarios rayan en la burla, por eso el estado potosino es atractivo para la inversión.

Pero este modelo sindical charro, ya no encaja con la Reforma Laboral de la 4T y el nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá que, con inspectores gringos o sin ellos, la antidemocracia sindical será objeto de extrañamientos, controversias; la misma reforma considera improcedente la practica con la que se encumbró Emilio de Jesús: “Demandar la titularidad de un contrato colectivo de trabajo sin tener trabajadores afiliados al sindicato que labore en el centro de trabajo de cuyo contrato se reclame”.

Jorge Vinicio con AMLO

Además tendrá que demostrar en los hechos que su liderazgo es legítimo, registrarse como dirigente cumpliendo con “los principios de autonomía, equidad, democracia, legalidad, transparencia, certeza, gratuidad, inmediatez, imparcialidad y respeto a la libertad sindical y sus garantías”.

El año pasado, cuando se aprobó la Reforma Laboral, no se mostraba muy preocupado, descartó que tuviera que dejar su cargo de dirigente (vitalicio) para dar paso a elecciones democráticas, “son cosas muy distintas”, según él.

Con el apoyo irrestricto del gobernador Carreras y de los patrones, no parece tener motivos para pensar que su imperio se va a derrumbar, no tiene una disidencia a la vista, los que en un tiempo le disputaron el control cetemista por sentirse con más derechos para suceder a Vega Macías, fueron Jorge Vinicio Mejía Tobías y José Francisco Martínez Ibarra, pero fueron pulverizados y ahora son cercanos a la 4T, a lo mejor deciden retomar su lucha para derrocarlo, cobrarse la afrenta. [Javier Padrón]

José Francisco Martínez Ibarra

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