Morelos, 24 de enero (ElFinanciero).- Alrededor de las 11:05 horas de este viernes, el contingente de la ‘Caminata por la Paz, la Justicia y la Verdad’ cruzó el límite de Morelos con la Ciudad de México.
Luego de que varios de los participantes cantaron canciones hasta muy noche en el campamento y después descansaron en el Seminario Conciliar de Ocotepec, este viernes partieron de la comunidad de Tres Marías para seguir su trayecto a pie hacia la alcaldía de Tlalpan, en la Ciudad de México.
Fue alrededor de las 8:00 horas, que los camiones se dirigieron con rumbo a Coajomulco, en donde el jueves concluyó la actividad, cuyo objetivo es llegar hasta Palacio Nacional.
En su discurso, Adrián LeBaron convocó a los ciudadanos de la capital del país a unirse a la marcha y a recibir al contingente.
Agregó que estando allá el domingo, en la Fuente de La Diana Cazadora, se quitarán un zapato en memoria de Mackenzie Langford “porque ella así caminó muchos kilómetros” luego del ataque a su familia, manifestó.
De nueva cuenta, los colectivos de madres que buscan a sus hijos, iban al frente del contingente con Javier Sicilia, Adrián y Julián LeBarón, pidieron y vitorearon ser escuchados y la aparición con vida de sus familiares.
Al arribar a la Ciudad de México, el contingente se detuvo para descansar y comer algo. Ahí el activista y poeta Javier Sicilia declaró que van a paso lento, pues pretenden que el presidente se tome el tiempo para reflexionar, abra su corazón y los reciba en Palacio Nacional.
“Por eso venimos a paso lento, porque tenemos la esperanza de que abra su corazón, que entienda que esto es de altísima prioridad, que es muy importante”, expresó.
Dijo que si bien entre los marchistas vienen familiares de víctimas de casos que ocurrieron hace muchos años, también hay de sucesos recientes como el asesinato de los 10 músicos de la comunidad indígena de Chilapa, Guerrero, el cual ocurrió durante su gestión.
Sicilia agregó que el presidente Andrés Manuel López Obrador debe asumir la agenda de las víctimas, tal y como lo prometió en campaña, pues ahora intenta no hacer caso al dolor.