Jorge Ramírez Pardo
Generar pánico en la población no es algo casual, pero, ese tema, queda un momento en la percha.
El aislamiento alentado para evitar contagio del coronavirus, puede tener su parte compensatoria, reflexiva y hasta entretenida.
Ver cine (hoy tan accesible en Internet), leer (hay infinidad de libros disponibles sin costo en PDF o los aburridos en el librero), armar rompecabezas (en algunos hoteles confortables de los Alpes hay espacios de convivencia espaciosos con mesas para armar rompecabezas y convivir), hacer origami o armado de papirolas, manualidades, son actividades relajantes y amables.
Museos célebres en Europa como el Del Prado, Vaticano y Louvre, abrieron un espacio virtual para poderlos visitar a distancia, sin costo. La Ópera de Nueva York tiene una oferta similar.
De cine hay numerosas ofertas en línea. Hoy me referiré a una de gran actualidad.
Algunas posibilidades fílmicas
Hace una semana, Potosí Noticias dedicó atención al Festival Internacional de Cine de la UNAM, FICUNAM, durante su 10ª edición. El texto se tituló “FIC: El joven grande entre festivales mexicanos de cine”.
El material de ese festival, se puede ver en Internet, sin costo en este momento, en el sitio denominado Festival Scope: https://www.festivalscope.com/all/festival/ficunam/2020?fbclid=IwAR1ZHTr5Cdm5VvCLKyzkZ6yMhM8pL-4FEUcoqYEsbAkN_WBYFzm5UMKvvz0
Películas mexicanas de FICUNAM disponibles
- Mano de obra, de David Zonana. “Historia de un grupo de albañiles. Muere uno de ellos en la construcción de una casa; su hermano –personaje principal en la película– inicia una búsqueda de justicia para obtener una compensación para la familia del fallecido, y bueno, todo lo que esto provoca, lo que desbocó a partir de este fallecimiento”, comenta su director.
- Sísifos (documental) de Nicolás Gutiérrez Wenhammar y Santiago Mohar Volkow. Sísifos es un viaje por la rehabilitación de adicciones en México. A falta de una infraestructura pública para combatir este problema, los anexos son la alternativa que han creado los propios adictos
- Sanguinetti, de Christian Díaz Pardo. “Es, dice su director, un thriller minimalista, con elementos políticos. El componente humano: la relación entre una mujer y su padre; una relación difícil; se cuidó no prejuzgar a los personajes, no etiquetarlos de villanos o de buenos, sino más bien mostrar los hechos para que el espectador pueda sacar sus propias conclusiones.
- Silencio radio (documental), de Juliana Fanjul. Referencia al golpe a la libertad de expresión y de censura contra la comunicadora Carmen Aristegui y su grupo de periodistas que la acompañaba. ¿Su delito? Hacer periodismo. En este caso documentar la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto en Las Lomas de Chapultepec, comprada y facilitada por Grupo Higa
- Ts’onot (Cenote, documental), de Kaori Oda. En la antigüedad, en el norte de Yucatán, los cenotes representaban la única fuente de agua para la sociedad maya que no tenían acceso cercano a un río o lago. En la co producción mexicana y japonesa Ts’onot (Cenote), escrito y dirigido por Kaori Oda (Aragane), la cineasta explora el pasado y el presente con las personas que ahora viven en la zona y buscan tener una conexión con sus antecesores.
- Se escuchan aullidos, de Julio Hernández Cordón. La niña Fabiana recuerda memorias adquiridas a través de su padre en un barrio en el que, dice, ya casi no hay niños. Se escuchan también fragmentos de poesía. “A veces, cuando estoy sola, creo que alguien me acompañas. Creo que es Neza, el rey poeta”, dice la niña. Pero los cantos han cesado y las flores ya no crecen en un lago que ya nadie encuentra.
- Territorio, de Andrés Clariond Rangel. La película cuestiona las debilidades y complejos de la masculinidad.
- Fragmentos en la vida de un músico, de Pablo Chavarría Gutiérrez. Luego de estudiar una maestría en música en Europa, Javier vuelve a México e inicia una nueva vida en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Una película entre el juego, el misterio y la improvisación fílmica.
- Días de invierno, de Jaiziel Hernández Máynez. Pocas cosas le llaman la atención a Nestor, de 22 años. Trabaja en un turno de noche como recepcionista en una ciudad industrial al norte de México, cerca de la frontera donde vive con su madre, Lilia desempleada. Nestor quiere irse… La inesperada visita de su hermano mayor, Pepe, y la desesperada intención de su madre de vender su única propiedad familiar, tanto la madre como el hijo parecen entender que tienen que separarse del pasado para que ambos puedan enfrentar sus vidas por delante.
- La paloma y el lobo, de Carlos Lenin Treviño. Desplazados por la violencia que arrasó con su pueblo, Paloma y Lobo sobreviven intentan refugiarse en el afecto. Entre la sed, el miedo y la nostalgia, Paloma desea regresar a casa pero Lobo vive atado a un recuerdo que le impide volver.
- Uzi, de Pepe Valle. “Los hombres recibimos mensajes opuestos, dice el director. Por un lado, se nos invita a pensar más en la mujer y por otro no se nos permite abrirnos del todo”.
- Toda la luz que podemos ver, de Pablo Escoto Luna. Entre el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl un día antes de la guerra; María, obligada a casarse con un bandido, escapa a los bosques con El Toro, huyendo de su destino; Rosario, enamorada de un general asesinado, vela su tumba en las faldas de un volcán. Todos erran y se equivocan, caminan, caen y se levantan, se hacen preguntas, se alejan hasta perderse en la noche.
- Yo soy Charlie Monttana, de Ernesto Méndez Alvarado. Charlie Monttana es uno de los músicos de rock más reconocidos de México, siendo una controvertida figura de culto hecha en las afueras del negocio de la música comercial. Este documental explora en su vida cotidiana y en su particular ideología, sin juicios preconcebidos y de una manera directa y poética.