Con la confirmación de 4 personas fallecidas, 204 casos positivos en todo el país y 16 hasta el momento en la capital potosina, y con una fase 2 declarada por el subsecretario de Prevención y Promoción a la Salud, Hugo López-Gatell.
Las autoridades capitalinas han decidido cerrar parques, panteones, bares, casinos, así como cualquier actividad que implique la concentración de masas, el día de ayer se comunicó la decisión tomada por las autoridades que los cines no podrían seguir operando debido a la contingencia.
Aunque no haya aún formalmente una fase 2 declarada en la capital, es evidente el crecimiento de estos casos en SLP, la Comisión Estatal para la Prevención contra Riesgos Sanitarios (Coepris) ordenó el cierre de mercados públicos en la capital así como centrales de abasto, ésto con el fin de evitar más contagios, pero, ¿Qué pasa con las plazas comerciales? ¿Cuál es la diferencia?
Ninguna de ellas ha permitido el cierre a los locatarios, la única “medida de prevención” que se ha tomado es el recorte de horarios laborales dentro de las plazas, pareciera que la venta de sus productos son de primera necesidad, ciudadanos se quejan del cierre de centros de abasto así como mercados públicos los cuales sí tienen a la venta productos de primera necesidad.
Locatarios mostraron su inconformidad al estar exponiendo a su personal ante tal contingencia, en donde es necesaria la interacción con el cliente, en un espacio cerrado como lo es una plaza: “Como es posible que den la orden de cerrar un espacio abierto como los parques Tangamanga y este grupo, perteneciente al hombre más rico del mundo, que salio a decir que no perdería el empleo ninguno de sus empleados; pues como si nos prohíbe el cierre, el riesgo es grande, para la ciudadanía y para nosotros los empleados, es irónico”.
Locatarios mencionan que la baja en las ventas es evidente, pero ellos tienen la obligación de seguir pagando mensualmente sus rentas en tiempo y forma sin importar la contingencia, ni los riegos a los que estan expuestos los trabajadores.