[Javier Padrón]
“…la utilización de espacios de libertad de expresión para la realización de calumnias, insidias y denostaciones infundadas y contrarias a dicho principio, mediante falacias y verdades fuera de un contexto real, que derivan en una afrenta sistemática hacia las y los integrantes de la comunidad universitaria”.
Es uno de los párrafos del posicionamiento dado a conocer estar noche en un tono ríspido y de confrontación por el abogado de la UASLP, Juan Manuel Reynoso Sandoval y el defensor de los Derechos Universitarios, Jorge Andrés Delgado Delgadillo, en contra de la docente Emma, acosada por Antonio, chofer del director de la Facultad de Derecho, José Abraham Oliva Muñoz.
Por este caso la CEDH giró la recomendación 07/2020, dirigida al rector Manuel Fermín Villar Rubio, justo el día que perdió la sucesión su candidata Dolores Lastras.
El documento de la UASLP de tres cuartillas pretende refutar las declaraciones que hizo la víctima a diversos medios de comunicación, en las que no le importó hacer pública su identidad y narró con detalle la serie de acciones y omisiones de las autoridades universitarias, la protección a su agresor e implicó al mismo rector Villar Rubio en esta trama que se había mantenido bajo reserva; a un medio la docente llegó a declarar que fue tratada peor que una basura.
La recomendación emitida por el presidente del organismo, Jorge Andrés López Espinosa, fue considerada como un acto de justicia para ella que le fue denegada de manera sistemática por la institución; sus derechos humanos le fueron violados; e incluso fue amenazada.
En los puntos esenciales de la recomendación se establece la reparación Integral del Daño en beneficio de la víctima (que incluya los aspectos médicos, psicológicos, laborales) a cargo de la UASLP y se tome en cuenta el Plan de Reparación propuesto por la propia víctima; que el Titular de la Contraloría General Universitaria realice la investigación relacionada con el cumplimiento total de los resolutivos determinados por el Defensor de los Derechos Universitarios […] y si el Órgano de Control, advierte la existencia de otros actos u omisiones que deba investigar vinculados al presente caso, lo haga con absoluta libertad y plenitud de su ámbito competencial.
Sin embargo, conocedores del caso advierten un sesgo muy marcado del presidente López Espinosa, le concedió al agresor una medida cautelar de la suspensión de seis meses sin goce de sueldo que había resuelto la autoridad universitaria, ya que había impugnado ante la propia CEDH.
López Espinosa habría llegado a una negociación con el director de Derecho, de los principales protectores del agresor, para que no figurara en la recomendación que recayó de manera principal en el propio rector y deja su gestión marcada por este tema de la violencia sexual en contra de las mujeres universitarias.
Las contradicciones entre la recomendación y esta reciente postura de la UASLP, dejan mal parado al titular de la CEDH. La encomienda de los dos funcionarios universitarios es palpable en el documento suscrito por ellos, salvar el honor de Villar Rubio y descalificar a la víctima; mientras el director Oliva Muñoz se hizo el escurridizo por sus buenos oficios con López Espinoza.