[Javier Padrón]
El presidente de la Federación Universitaria Potosina, Oscar Alán Patiño Sanjuanero, fue de los más entusiastas promotores de la candidatura de Dolores Lastras a la rectoría.
Incondicional del rector saliente Manuel Fermín Villar Rubio, Patiño le jugó rudo al doctor Alejandro Zermeño, como se creía ya en el cuerno de la luna fue irrespetuoso y hasta amenazante con el ahora rector electo.
En sus redes sociales hizo público su apoyo hacia Lastras junto con otros 10 estudiantes consejeros, como es tradición rectoril el voto se compensa de diversas formas, en numerario, en especie (Mac, Iphone…), el presupuesto universitario es generoso, además de las becas al extranjero y la promesa de que la rectora lo haría parte de su gestión.
Mientras Villar manejaba el discurso de la pluralidad y tolerancia, alentaba con mucha sinceridad la participación de aspirantes a sucederlo, el presidente de la FUP despotricaba en público y privado por el atrevimiento del doctor Zermeño de haberse destapado.
Vuelto a la fría realidad con la derrota de Lastras, de inmediato cambió su discurso y reconoció el triunfo de Zermeño, le vio finalmente un proyecto y visión para dirigir a la UASLP.
Ahora busca un acercamiento con el rector electo, hacer equipo y darle vuelta a la hoja de la discordia por el bien de la universidad, los agravios fueron al calor del proceso, usted dispense, amor y paz.
Si como se ha afirmado que el coordinador de Fortalecimiento Municipal, Gerardo Aldaco Ortega, líder moral de Patiño, fue de los operadores de las campañas de lodo contra Zermeño, Anuar Kasis y Miguel Robledo, el gobernador Juan Manuel Carreras tiene una deuda doble: con Zermeño y la UASLP.
EL NEGOCIO DEL METROBÚS
Con la pandemia ya tienen otro pretexto más en el gobierno estatal para justificar el aplazamiento indefinido del proyecto del metrobús, ya había puesto muchos peros el titular de la SCT, Fernando Chávez Méndez, sobre todo presupuestales, quieren más y más recursos.
Eso de que la movilidad está en la agenda de prioridades es una burla, solo ha servido de negocio para un reducido grupo de altos funcionarios y constructores.
Ya serán más de 140 millones los que se le han asignado a este sistema de transporte; dos gobernadores, dos secretarios estatales del gobernador Carreras que se han hecho cargo y el proyecto es un barril sin fondo.
Se volvió a la traza original de la lateral de la carretera 57 definida en el torancismo, con Carreras se cambió a la avenida Industrias y se dio inicio a los trabajos para cancelarlos meses después por el rechazo de los vecinos y comerciantes, además de que técnicamente era inviable en esa vía.
El proyecto primero estuvo a cargo del titular de la Seduvop, Leopoldo Stevens Amaro, todo le salió mal, menos el gasto de la inversión pública, lo suyo no es la rendición de cuentas; y con la pandemia tampoco pudo terminar de entregar la rehabilitación de la calle de Guerrero, quedaron pendientes muchos detalles.
Frente al fracaso del metrobús o red metro, ya es muy sospechoso el silencio de organismos civiles que se dicen muy celosos del gasto público, como son las cámaras empresariales y el frente navista “anticorrupción”.
Han de ser muy influyentes los que se están beneficiando con esta obra irrealizable porque nadie exige una auditoría a fondo y castigo a los ladrones, salvo el diputado Rolando Hervert Lara, aunque nadie le cree, sus afanes justicieros son pura pose para llamar la atención.
EL DRAMA DEL DIPUTADO GOVEA: “SON PURAS PINCHES MENTIRAS”