Jorge Ramírez Pardo
“Siempre me ha apasionado el arte, digamos que tengo sensibilidad, y concluyo que la medicina y el arte deben ir de la mano; durante mi vida he visto que el arte y la cultura ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas; ya que benefician a la salud física y a la mental; con ello se logra reducir cuestiones como estrés, ansiedad, depresión, trastornos neurológicos; por ejemplo, la músico terapia es un área muy interesante y útil; yo digo que el arte es medicina para el alma; es la relación que yo veo”.
Quien así opina es Monserrat, estudiante universitaria, mujer con diversos haberes conjugados: ciencias y artes, e inteligencia en militancias diversas, con tenacidad, belleza y guapura.
Da cuenta de tal bagaje, el autorretrato construido por ella en esta entrevista.
Mis padres y abuelos han sido para mí un ejemplo de valentía y tenacidad; por parte de mi madre, nuestra familia ha sido migrante a Estados Unidos y esto me ha llevado a tener experiencias valiosas para desarrollar una empatía profunda con las personas que están en condiciones migrantes
Soy Montserrat Mendoza Martínez, estudiante de Ciencias Ambientales y Salud en la Facultad de Medicina de la UASLP, voy en el octavo semestre de la licenciatura. Mi carrera se trata de la vida, y aquí he encontrado mi lugar para desarrollar mi objetivo de contribuir en el mejoramiento de la salud humana, de los ecosistemas y la biota. Me considero una mujer apasionada por el activismo, ya que también soy voluntaria de grupos y colectivos como Greenpeace y Earth Guardians San Luis Potosí.
Multidisciplina para la salud humana y planetaria
Durante mi vida he pasado por circunstancias de vulnerabilidad y en mi entorno he observado problemas que me han comprometido a unir mi mente y mi corazón para actuar de manera en que pueda contribuir para mejorar la vida. Por lo tanto, escogí dedicarme al área de salud, pero no solo la salud de las personas, sino de la salud planetaria; estoy decidida a darle voz a los que no tienen y visibilizar lo invisible para desaparecerlo.
Como humanidad estamos enfrentando nuevos retos a los que debemos hacer frente, desde enfermedades como el COVID-19 hasta situaciones como las transformaciones climáticas, industrialización; crecimiento urbano, tóxicos; pérdida de la biodiversidad; basura electrónica; violencia de género, migración, entre muchas otras, así que un licenciado en Ciencias ambientales se encarga de identificar y prevenir riesgos sociales, ambientales y de salud, de manera multidisciplinaria.
Siempre he estado interesada en el arte; de niña estuve en clases de teatro; luego la literatura me interesó muchísimo durante secundaria y prepa, y ya en la universidad empecé con cursos de cineclub en el CUART (Centro Universitario de las Artes); también ahí, he tomado cursos de fotografía.
En algún momento entré en crisis, pues no sabía si dejarme llevar por cuál de mis dos pasiones: la fotografía o el área de la salud y la ciencia; así que decidí hacer una mezcla entre esas área, optar por algo multi-disciplinario, y he encontrado la manera de juntar la fotografía y las ciencias ambientales por medio de diferentes área como la Geolocalización, igualmente, tomar fotos a áreas naturales, a diferente tipo de flora y de fauna; siempre se puede encontrar una manera de mezclar y lograr que todo converja.
Empoderamiento femenino y otras causas
El 8 de marzo permitió que las alumnas hiciéramos en la Facultad (de Medicina) un tendedero de denuncias, algo muy valioso, ya que es un gran paso porque la Facultad ha sido siempre reservada y siempre de excelencia; es genial que se haya dado oportunidad a las mujeres en su derecho de expresión; es lo considero un gran avance para la Facultad.
Estoy involucrada en el movimiento feminista. Desde el feminismo he encontrado una solidaridad increíble y un empoderamiento; hay diversos colectivos en San Luis Potosí y siento que se está en una revolución feminista; las mujeres estamos actuando y exigiendo que haya las mismas oportunidades y derechos humanos.
También he visto el empoderamiento de las mujeres indígenas; se les están dando voz a ellas; también se está exigiendo más sobre el derecho al aborto.
De corazón, yo quisiera que cada niña y niño crezcan en un mundo que sea eco-feminista, donde el machismo ya no afecte ni a hombres ni a mujeres.
Respecto al 2 de octubre, el 2 de octubre no se olvida porque dejó una herida que se hereda generacionalmente y, siempre, como jóvenes debemos exigir justicia en memoria del abuso de poder del gobierno; no se marcha nada más por ello, se marcha por los miles de crímenes que quedaron sin resolver, que quedaron impunes.
La Universidad actual y la que viene
En cuanto al cambio de rector, opino que él es una persona capaz, lo demostró al ser director de la Facultad de Medicina, me parece que tiene una visión amplia, eso lo hace idóneo, y agradezco que, cada vez más, le dio su valor a la licenciatura de Ciencias Ambientales y Salud; tengo expectativas para que cumpla con su responsabilidad de tomar acciones respecto a las de las denuncias que hemos puesto las alumnas en distintas facultades; espero que haga buen uso de su poder, ya que cuando asesinaron a la Samanta, la estudiante de Medicina, este acto fue silenciado, e, incluso su asesino acabó la carrera en la misma Facultad; igualmente, espero que le dé su importancia a los movimientos sociales y nos dé a los alumnos espacio para la libre expresión, ya que en la Facultad de Medicina evitó que los compañeros se manifestaran ante la indignación de lo acontecido en Ayotzinapa, esa es mi opinión.
En mi persona y en mi trayectoria universitaria el arropamiento de mi familia ha sido fundamental; siempre he contado con su apoyo y cariño en todas las decisiones y condiciones de mi vida; ellos han invertido en mi educación y felicidad para que haga lo que, auténticamente, mi espíritu quiera.
La Universidad me ha dado las herramientas para mi desarrollo académico y personal; me considero una persona privilegiada por tener la oportunidad de acceso a la educación superior, porque la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo.
Así responde Monserrat al cuestionario acerca de la actual condición de cuarentena:
1.- ¿Qué afectaciones te ocasiona la contingencia?
Primeramente, porque se suspendieron las clases presenciales y asistencia de los alumnos al hospital Ignacio Morones Prietro, por otra parte, nos vimos obligados a posponer actividades grupales, como talleres, visitas a comunidades, empresas, laboratorios, ONG’S y hospitales donde íbamos a realizar nuestro servicio social entre otras labores. Hemos pausado proyectos, pero esto no nos ha detenido, ya que cada uno sigue trabajando en casa con sus respectivas partes para lograr nuestras metas en conjunto.
2.- ¿Qué alternativas surgen de este acontecimiento?
Se ha estado usando alternativas digitales con el propósito académico y de comunicación de riesgo, esto por medio de las redes sociales.
3.- ¿Has podido desarrollar alguna actividad en línea?
Nuestros maestros se han adaptado para dar clases en línea y así ponernos actividades referentes a su materia. Nos hemos vistos orillados a usar herramientas nuevas que nos funcionen para llevar acabo el trabajo en equipo y de investigación. Esto, ha generado el beneficio de desarrollar habilidades tecnológicas. Este paréntesis de la cotidianeidad es una oportunidad que nos mostró que con una actitud resiliente (capacidad de afrontar la adversidad) pudimos adaptarnos a las adversidades de estos tiempos.
4.- ¿Esta crisis general algunas posibilidades de cambio e interacción con tu gremio, instituciones?
Claro, con la contingencia se ha creado una especie de cohesión entre diferentes áreas y hemos mostrado cómo todos podemos aportar y contribuir para mejorar la situación ante la pandemia. Es momento de cambiar el sistema, ya que la forma en la que vivíamos debe modificarse para ser un sistema sustentable en todo aspecto, desde lo familiar, comunitario, institucional, industrial y ecológico, etc.