Felipe Morales
La inminente desaparición de la Liga de Ascenso MX en sus dos vertientes comienza a ser causa de protestas e inconformidades por quienes se dicen afectados.
La primera vertiente a causa de los efectos de la pandemia de COVID 19 es la terminación del campeonato en la fecha en que se encontraba, quedando sin definir su conclusión.
La segunda es que no continuará en el siguiente torneo como era conocida, su reinicio será con una liga de desarrollo.
Esto implica que el espectáculo sufrirá una modificación completa, sin extranjeros, sin ascenso ni descenso, sólo será una liga de desarrollo con jugadores menores de cada equipo de la primera división.
La primera voz de protesta la hizo el grupo de esposas e hijos de jugadores que mediante un video en redes sociales hacen un llamado a las autoridades del balompié; su argumento principal: el económico, por la fuente de trabajo que los jugadores pierden.
La segunda manifestación proviene de un grupo de jugadores que defienden su trabajo y el tercer clamor viene del equipo Atlante.
Sin duda sinónimo de futbol mexicano, el Atlante que recordando sus campeonatos, trayectoria y lo que representa pide ser incluido en el campeonato de la primera división.
La Liga de Ascenso, antes Primera “A” que en su nacimiento fue llamada “la Segunda División de Lujo” en 1994; el Real San Luis, era uno de sus equipos; el equipo potosino con diferentes directivas fue campeón en cuatro ocasiones, sobre Tigrillos en la final; sobre Mexiquense y sobre Dorados, el último ascenso oficial y legítimo de esta división.