Entre las crecientes sospechas sobre las cifras oficiales del coronavirus en China, el epicentro de la pandemia, Wuhan, ha revisado al alza este viernes su número de contagiados y fallecidos. Mientras los infectados han subido solo 325, hasta los 50.333, las víctimas mortales se han elevado un 50 por ciento, 1.290, hasta alcanzar las 3.869. Con este incremento, el total de casos confirmados en China asciende a 82.692 y el de fallecidos a 4.632.
Esta revisión de la Comisión Nacional de Salud se ha debido, según informa la agencia estatal de noticias a Xinhua, a cuatro factores. El primero es que «un creciente número de pacientes en los primeros momentos de la epidemia desbordaron los recursos médicos y la capacidad de admisión de las instituciones médicas», por lo que «algunos pacientes murieron en casa sin haber sido atendidos en los hospitales». Como «durante el pico de sus esfuerzos, los hospitales estaban operando más allá de sus capacidades y el personal sanitario estaba ocupado en salvar y atender a los pacientes, hubo información atrasada, perdida o errónea». Además, «debido al rápido incremento de hospitales designados para tratar a los pacientes de Covid-19, incluyendo los administrados por los ministerios, la provincia de Hubei, la ciudad de Wuhan y sus distritos, así como los afiliados a empresas privadas y los de emergencia, unas pocas instituciones médicas no estuvieron conectadas a la red de información sobre la epidemia y fallaron en informar sobre sus datos a tiempo». Por este motivo, justifica la Comisión Nacional de Salud, «la información registrada de algunos de los pacientes fallecidos era incompleta y había repeticiones y fallos en los informes». A tenor de estos nuevos datos, es evidente que los «fallos» eran más que las «repeticiones» porque las cifras han crecido, en lugar de reducirse.
A finales de marzo, dos meses después del estallido y cierre de Wuhan y el resto de Hubei, se estableció un grupo de investigación de datos («big data») para analizar la epidemia. Dicho grupo recopilaba información de los sistemas informáticos y de los centros relacionados con la enfermedad para asegurarse, según explicó un funcionario a Xinhua, «de que cada caso era exacto y cada cifra objetiva y correcta».
Desde que el coronavirus se ha propagado por todo el mundo, donde está teniendo una letalidad más alta que en China, han quedado en entredicho las cifras oficiales del régimen, sometido a una fuerte presión internacional. A las sospechas habituales sobre su hermetismo se suma que silenció a los médicos que alertaron de la enfermedad en diciembre y la «desaparición» desde hace dos meses de dos «periodistas-ciudadanos», Chen Qiushi y Fang Bin, que documentaban la situación en los hospitales de Wuhan.
Durante los últimos días, este corresponsal ha preguntado sobre las cifras oficiales en las visitas para la Prensa organizadas por las autoridades a dos hospitales de Wuhan. Mientras los médicos explicaban con detalle los tratamientos a los pacientes, para los datos remitían siempre a la información del Gobierno. En una rueda de prensa en Wuhan, la subdirectora de Administración Médica de la Comisión Nacional de Salud, Jiao Yiahui, accedió este jueves finalmente a responder a dicha pregunta de ABC. Aunque el presentador no quería que la contestara porque la comparecencia era sobre la atención a los ancianos, Jiao Yiahui respondió ante la insistencia de este corresponsal. «Sugiero a otros países que aprendan de la experiencia china en lugar de poner en duda las cifras oficiales», señaló tras detallar la contundente reacción del Gobierno cerrando la ciudad de Wuhan, enviando 42.000 sanitarios de todo el país y habilitando 16 hospitales de emergencia con 14.000 camas. De esta manera, explicó, se había reducido al 5 por ciento la tasa de letalidad en Wuhan, que al principio era del 10 por ciento y similar a Occidente. Un día después, dichos datos han sido revisados al alza un 50 por ciento.