Marcela Loyola
La secretaria de Salud del Estado, Mónica Liliana Rangel Martínez reprobó la agresión que sufrió personal de la Coepris y la cuadrilla de inspectores de comercio municipal en el tianguis instalado en la avenida Estrella, quienes llevaba un operativo para verificar que se cumplieron las medidas de preventivas del COVID-19.
Reconoció que durante la visita una trabajadora de Salud fue despojada de su teléfono celular, un inspector de la Coepris fue agredido a golpes y otros más acosados, solamente por estar realizando su trabajo de cuidar a las personas y no para molestar a la población.
“Sabemos que hay gente que tiene que salir porque de otra forma no puede llevar el sustento a su familia pero se tienen que llevar acabo las normas de protección y no solo a quien brinda el servicio sino quienes lo reciben”, puntualizó.
Rangel Martínez manifestó que no puede entender por qué se está agrediendo al personal de salud, quienes solamente están vigilando que las personas no se enfermen y si lo hacen tratar de curarlas, “es una contingencia sanitaria y el virus se transmite de persona a persona y si hay una persona que no entienda que son acciones que pueden salvar vidas, qué triste”.
La funcionaria hizo un llamado de manera atenta y energética que ayuden y cuiden a las personas que están tratando de mitigar la transmisión del virus porque “es reprobable que se agreda al personal de salud que son quién vigila y cuida que los alimentos sean de calidad y se otorguen con seguridad”.
Sobre el traslado de una persona en una farmacia en la avenida Himalaya, dijo que si reúne sintomatología se activan los protocolos y la parte primordial es proteger al personal de salud y al paciente”, por lo que estos no se pueden suspender hasta que se descarte la enfermedad.
Añadió que el personal de Salud solamente aplicó el protocolo establecido al recibir la llamada de alerta de un posible caso de COVID-19, que activó la doctora encargada del consultorio y cuando se descartó la enfermedad se dejó ir al paciente.