[Javier Padrón]
El gobernador Juan Manuel Carreras ya tiene todo listo para presentar al Congreso del Estado la solicitud de un millonario crédito con el pretexto de los daños económicos causados por la pandemia del COVID-19, convertida en una caja de pandora que justifica la discrecionalidad de los tres niveles de gobierno para el ejercicio de los recursos.
En ningún momento Carreras ha refutado las versiones periodísticas de su intención de incrementar la deuda pública estatal, al contrario, fue él quien dio la línea para filtrar el tema a los medios y comenzar a medir las reacciones políticas y sociales.
En su primer círculo, en un exceso de optimismo, se ha concluido que no hay condiciones para que se genere una oposición política a la contratación de deuda pública, habrá algunas críticas aisladas que se irán diluyendo, la gente está distraída en otros temas, en el bicho asesino y en la sobrevivencia diaria.
El monto del crédito se ha mantenido bajo llave, muy pocos lo saben, el secretario de Finanzas, Daniel Pedroza Gaitán ya tiene la iniciativa sobre su escritorio, faltarán algunos ajustes mínimos. “El marcelazo”, como ya lo denomina Ciudadanos Observando, marcará el sexenio de Carreras de manera muy negativa: el molde que le estaban confeccionado para ser recordado en la posteridad como un gobernador honesto y eficiente, ya no le servirá.
La reducción de la deuda pública que se presumió en el último informe de gobierno, se esfumará en un tris. El crédito a solicitarse podría superar el adquirido por el panista Marcelo de los Santos; y crece la opinión de que con o sin pandemia, Carreras necesita un préstamo urgente porque arrastra un grave desequilibrio en las finanzas y los funcionarios son más ricos, o ¿por qué se negará el titular de la Seduvop, Leopoldo Stevens, a presentar su declaración patrimonial?
La cúpula del sector privado se mantiene callada con el crédito a solicitar, como se le ha prometido un fondo cuantioso de apoyo para la reactivación económica, está de plácemes y se verá recompensada en parte de lo que el gobierno federal les ha negado.
Para lograr la mayoría necesaria en el Congreso del Estado se echará mano de las prácticas de siempre, la compra de votos, las bancadas del PRI y el PAN ya están alineadas, el circulante del Estado benefactor les levanta el ánimo.
Habrá algunos legisladores de Morena que van a resistir los cañonazos, de sus aliados se da como un hecho que estarán a favor de más deuda. En Palacio de Gobierno no se imaginan a Mario Lárraga votando en contra, ni a Pedro Carrizales “El Mijis”, menos a Paola Arreola. En la invocación de las mejores causas de San Luis Potosí tratarán de encubrir sus acuerdos en lo oscurito.
El diputado del Verde, Edgardo Hernández, es un voto perdido para la iniciativa carrerista, está exigiendo al secretario Pedroza un informe de la libre disposición de 6,704 millones de pesos del primer trimestre del año, considera que no hay claridad; y advirtió una modificación al presupuesto por 50, 228 millones de pesos sin que se diera por enterado al Congreso del Estado.
LENTITUD EN LA UASLP
El rector Alejandro Zermeño ya se sentó en su oficina del Edificio Central, ha realizado los nombramientos de sus principales colaboradores y se aprestan a cobrar la primera quincena, pero apenas este viernes se inició el proceso de entrega-recepción, se informó en un escueto boletín de prensa sin membrete oficial.
Zermeño sigue dando pasos lentos y contradictorios, ha concedido mucho tiempo para que le entreguen cuentas maquilladas y los reclamos ulteriores no procedan, esa parecer ser su intención.
