Felipe Morales
Los potosinos conocen esa historia, ya una vez, como dice la canción: “cuando más segura estaba”, la afición, se llevaron al equipo a una lejana latitud, hasta Chiapas.
Hoy le ocurre a la afición moreliana, sin “tocarse el corazón” los hombres de pantalón largo, los dueños del balón deciden concretar su negociación, hacer lo que más convino a sus intereses y se llevan al equipo de Morelia hasta el Puerto de Mazatlán.
A decir de los expertos, mañana martes se dará el anuncio oficial y se llevará a cabo la mudanza, el plantel completo dejará el capullo de la mariposa para convertirse en Delfines, los Delfines de Mazatlán.
Pero para los michoacanos la esperanza muere al último, y están aguardando la reunión que el Secretario de Gobierno, Carlos Herrera tendrá con la directiva para tratar en un esfuerzo desesperado que el equipo no emigre.
Al suspenderse el torneo Clausura 2020 por causa de la pandemia, afloró la problemática de las finanzas precarias de los clubes Pumas y Monarcas.
Han salido dos piezas importantes en el engranaje de los Monarcas, el entrenador Pablo Guede y el director deportivo Héctor Lara.
Finalmente los números rojos acabaron por oprimir a la directiva del Morelia y a hacer negociaciones que salvaran la cartera a costa del arraigo del equipo con su afición.
Este domingo frente a la majestuosa Catedral Moreliana, los aficionados desafiando el estado de contingencia sanitaria se manifestaron en contra de la salida de su querido equipo.
