La movilización del pasado 5 de junio intentó ser desviada hacia el Edificio Central de la UASLP por esa fracción de provocadores que finalmente se abalanzaron contra el Congreso del Estado, revelaron algunos de los participantes que forman parte de varios colectivos.
“Varios de ellos caen ahora en la cuenta del llamado de los hoy identificados Sebastián Domínguez, Daniel García Soni, Alejandro Guerrero y otros como Emanuel ( Emanuel, Cruz Roja) y el ahora apodado “Naranjito”, entre otros para lapidar las instalaciones de la Fiscalía.
“Han dicho que intentaron llevar el movimiento contra el Edificio Central de la Universidad, para después seguir sobre la avenida Carranza. Montaron en cólera cuando algunos jóvenes plantearon terminar el evento y llamar a otra marcha el día domingo 15 de Junio.
“El Congreso del Estado fue abierto sin dificultad por este “comando infiltrado” y de ahí el ataque directo.
“Sebastián Domínguez no batalló para encontrar el balcón y el “Naranjito” del cual existe una grabación donde dice “se va a poner bueno” “putazos, putazos” y los demás entraron, destruyeron a sus anchas lo que encontraron, mientras Daniel García Soni los fotografiaba a un metro o dos de distancia.
“¿Cómo fue posible que nadie fuera detenido?, el sistema de cámaras que existe en el Centro Histórico desde luego debe tener el itinerario de huida, los vehículos donde se fugaron, incluso quienes pudieron estar cuidándolos y advirtiendo el movimiento de la fuerza pública.
“Si hubieran alcanzado el Edificio Central de la UASLP, es difícil prever hasta dónde hubiera impactado en la nueva administración universitaria, por eso ya existe una intención de generar por parte de varios estudiantes la entrega al Rector Javier Alejandro Zermeño Guerra de un informe de los acontecimientos, así como a los dirigentes estudiantiles de la Máxima Casa de Estudios.
“Ahora que se encontraron los nexos con partidos de la derecha, se puede afirmar que se trató de un ejercicio, de un acto de entrenamiento.
“Una acción de algún manual de protesta, producto de ese tipo de acciones que absorbieron a la escuela del bloque negro, pero ahora con elementos de otra naturaleza y objetivo. Así como en Bolivia.
“Localizar perfiles, convocarlos y mezclarse con banderas de grupos y causas de la izquierda contestataria, usar las redes como simple mecanismo de convocatoria. Cómo si nadie se pudiera dar cuenta.
“Hacerlo con la protección de recursos económicos, de familiares (la madre del #monoblanco trabaja en la Secretaría de Cultura estatal y es una Anti-Amlo declarada) o mandos políticos emparentados con los proyectos golpistas, esos que hoy se preparan para incendiar el 2021, concluye el comunicado de los colectivos.
