Jorge Ramírez Pardo
Sebastián Domínguez, se identifica en Facebook como egresado del Tecnológico de Monterrey, residente en San Luis Potosí y director de Markex LAB. El reportero David Rangel, durante una transmisión en redes, muestra al diputado Edgardo Hernández Contreras un video (dice) grabado por el propio Sebastián mientras participaba en los destrozos de la sede del Congreso potosino hace una semana, la tarde del 5 de junio.
Luego entablan este diálogo:
David Rangel.-Tenemos un dato que han estado construyendo varios compañeros mediante investigación. El joven Sebastián Domínguez López, a quién las redes sociales identifican como el mono blanco.
Dip. Edgardo Hernández Contreras.- Correcto.
DR.- Dicen los camaradas que es hijo de Hilda López, manager en la secretaría de Cultura de San Luis Potosí.
EHC.- Qué barbaridad.
DR.- Que es la secretaria del secretario de Cultura… este… no sé cómo se llama…
EHC.- Si, yo lo conozco, canoso que no hace nada, porcierto…
DR.- Jaja.
EHC.- No hace nada, absolutamente nada
El desconocido
Es tan significante como penoso percibir en un diálogo entre personas informadas, que no sepan el nombre del secretario de Cultura de la localidad, este…, cómo se llama…, es sobrino de ex gobernador Silva… y propició adulterar los estatutos del Centro de las Artes para imponer a su amigo…,¿Cómo se llama?…, también sobrino de ex gobernador, de Fonseca…, han montado un cacicazgo grupal durante 25 años y tienen una obesa nómina sobrada de directivos de predominante bajo perfil y sobreasalariados…. ¿Cómo se llama…?
El Mono blanco, al menos ahora, es noticia.
Sebastián Domínguez López, apodado Mono Blanco por su indumentaria, tenis, gorra, cubreboca blancos, cuando hizo distintos desmanes en una sola tarde, luce como versión local de BOA(Bloque Opositor Amplio), cuya intención primordial es derrocar al presidente López Obrador. Mono blanco se asume, triunfal, como un líder de primitivismo salvaje e irracional; comandó una horda circunstancial que destrozó parte de las instalaciones del Congreso potosino hace una semana; al parecer,como sucede con lo que impulsa BOA y radicalismos similares, activado para infundir miedo a la sociedad.
Consumó destrozos, pero no infundió miedo. Hizo quedar en ridículo, por omisión y torpeza, a los cuerpos de seguridad, al secretario general de gobierno Alejandro Leal Tovías; en última instancia al gobernador Juan Manuel Carreras y al presidente municipal Xavier Nava; ambos enmudecidos; ambos otorgantes del hecho desde su silencio.
El suceso luce como pertenencia del aparato de estado;porque este lo toleró al extremo; a destiempo, se detuvieroninfractores, genuinos y sembrados; se dejó en libertad al principal infractor Domínguez López Mono blanco, y se retuvo sembrados a conveniencia. Torpeza y ridiculez en vitrina. ¿Cuál miedo?
En este caso, el aparato de estado, que disimula el hecho, no sólo protege a un delincuente, sino a una clase social de cuello blanco.
Entre la confusión previa al atraco, vale reiterar, de primitivismo salvaje, aunque su comandante use tenis y gorra de marca; entre la confusión, se habían convocado varias tendencias (feministas, defensores de derechos humanos, sentido común, enojados “no sé por qué”, pero Dóriga, Ferriz de Con y Loret de Mola dicen que todo está mal y la culpa es de AMLO) existía la predominante actitud de la expresión pacífica.
Mono Blanco y sus compinches, iban con consigna nihilista; pero los cuerpos policiales no los vieron, y las aclaraciones jurídicas, hasta el momento, hace retardo leguleyo, esto es, apariencia de aclaración de lo legal retardada y conducente a la nada. Gatopardismo, que parece que se esclarece, para que nada resulte. Y Mono blanco de liana en liana, campante y triunfal.
Si esto no se esclarece, y así será si nos atenemos a usos/costumbres pripanistas vigentes en la localidad, un candidato oficial de cuello blanco a suceder en la gubernatura tiene una abolladura de peso nada fácil de hojalatear.
Los derechos humanos
Además de los defensores legales de los “infractores” sembrados”, de compañeros de militancia activista en favor de evitar la devastación de la Sierra de San Miguelito, el asunto trascendió:
“Si en una manifestación hay actos de violencia cometidos por algunas personas presentes no se debe incurrir en generalizaciones atribuyéndolos a otros o todas las personas participantes”, dictamina al respecto laOficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU-DH) en México. Y agrega: Hubo acciones “contrarias a estándares internacionales” sobre el uso de la fuerza.
En el caso potosino, el pasado viernes fue evidente la violencia de un sector de los manifestantes, que acabó en la destrucción de parte del inmueble legislativo. Sin embargo, algunas organizaciones independientes han señalado que en la respuesta de la policía estatal y la municipal, hubo detenciones arbitrarias.
La ONU-DH indicó que dada la obligación del Estado de proteger los derechos humanos en contexto de protesta “es fundamental distinguir quienes llevan a cabo acciones violentas de quienes se manifiestan pacíficamente, las personas defensoras de derechos humanos y periodistas.Todos los actos violentos deben ser diligentemente investigados, observando en todo momento el debido proceso y el acceso a la justicia de las personas detenidas y acusadas”.