Jorge Ramírez Pardo
Los propósitos e ideales en política local, parecen no significativos en este momento. Hay compraventa de marcas partidistas de frente a la sucesión gubernamental potosina. Mientras, el ciudadano gobernador potosino luce marcadamente omiso y ausente ante sucesos graves dentro de su territorio más próximo y simbólico.
Pasan los días y el insultante vandalismo del viernes negro 5 de junio, cuando el llamado “mono blanco”, Sebastián Domínguez López, alumnos del Tecnológico de Monterrey e hijo de una secretaria ejecutiva de la secretaría estatal de Cultura, y Alejandro Guerrero, tipificado en redes de Internet como #porrofifi, vinculado a Frenaa (Frente nacional anti AMLO) promotor del evento, realizaron visible atraco. Ambos con sus huestes de coyuntura, hicieron destrozos en el congreso, quemaron banderas mexicanas y arrastraron la efigie del prócer Ponciano Arriaga.
¿Se les “pelaron” los vándalos?
“mono blanco”, #porrofifi junto con la pelirroja #quemabanderas y un cuarto vandalizador muy activo, #el naranjillo, son identificados con evidencias delincuenciales sobradas y pasean su impunidad con la, hasta hoy, aparente protección gubernamental; mientras Claudia Hernández, estudiante de leyes de la UASLP y defensora de la Sierra de San Miguelito, padece inculpaciones sembradas.
A eso hay que sumar la sobreprotección gubernamental estatal a la secretaria de Salud Mónica Rangel con graves acusaciones en su contra por desvíos y malversación de fondo; a quien ni siquiera se le invita a dejar el cargo mientras se aclaran entuertos.
A ello, se agrega la imagen predominante del gobernador como mandatario gris, con un gabinete en lo general ineficiente como inamovible. Por lo mismo, parece improcedente el empleo de la marca PRI con la que intenta entregar la estafeta de mando a su destapado delfín y compañero de clase social privilegiada Xavier Nava –por cierto, corresponsable territorial de aclarar los sucesos del viernes negro y silente al respecto como el gobernador-.
Las otras marcas en compraventa
Consabido es y reiterado en este espacio que Xavier, presidente municipal de apellido Nava heredado de su abuelo Salvador, se inició en la política, como diputado federal, recargado en el PRD y con genética política primigenia gallardista, de los Ricardos Gallardo. Para llegar a la presidencia munuicipal, con muy sospechosa concertación empresarial cupular, se apoyó en la marca PAN; a cuya militancia directiva local no es simpático como potencial candidato a la gubernatura.
No conviene, como antes se comentó, a sus aspiraciones actuales la marca PRI del tío mánager Horacio ex gobernador. Sin embargo, parece que de ahí está tomado un formato anacrónico.
El PRD estaba descartado de forma, por su teñido amarillo gallardía (sólo de forma, porque no toca a su antecesor ni a su hijo, los Gallardo, ni con el pétalo de una demanda eficaz). Ahora resulta que, de pronto, el amarillo PRD tuvo un cambio súbito directivo local y ahí está una de las posibilidades ciertas de afianzar lo que parece consigna obsesiva: “tírale a cualquier marca”.
Mientras, sea por gasto directo o por intercambio a futuro, compromete al municipal con excesiva propaganda en portales web tabloides y en el sempiterno filopriísta periódico Pulso (con aparentes matices de pluralidad), primero con anuncios costosos de planas completas, ahora con info-noticias o propaganda pagada en formato de anuncios, un día y muchos también; se le presume como el gran hacedor de obras eficaces y en tiempo récord.
En ese mismo informativo, surgió esta semana un comentario singular de Juan José Rodríguez, priiísta de cepa (en duras y maduras), ex secretario general de gobierno al final del mandato estatal del tío “político” (al doble) de Xavier, Horacio Sánchez Unzueta e íntimo amigo del mismo; opina lo siguiente, luego de referir que un morenista cupular denostó contra Xavier y después rectificó “A mí me confirma en mi vieja apreciación de que Xavier Nava es la opción sentimental de Andrés Manuel para la gubernatura potosina. Vía Morena, obviamente”.
¿Opción sentimental del Andrés Manuel o del tío político Horacio? ¿Será que la memoria flaquea? Porque el Xavier (Nava) referido es el mismo que fue a gritonear contra la 4T y su líder a las puertas de Palacio nacional; también anda faldereando a gobernadores anti mandato federal. Es asesorado por el mismo ex gobernador que sembró fisuras en la familia Nava y rivalizó contra su suegra Conchita Calvillo de Nava, ejemplo de rectitud y congruencia, en contienda electoral tan sucia como desventajosa; mismo autor intelectual e impulsor para la cooptación de algunos integrantes del navismo después del fallecimiento del doctor Salvador; mismo conocido operador político multipartidista que ahora parece sugerir al joven Xavier una imagen totémica, solemne y grandilocuente de candidato de apariencia visible como coludido con cúpulas anti-ambientalistas y evasoras de impuestos.
Se desaprovecha la aún explotable imagen juvenil del mencionado aspirante a candidato y se le arropa con vestuario del modelo priísta más anti-democrático institucional y nada revolucionario. Algo sí, acaso incorregible, es la notoria pinta quintaescencial de junior arrogante.
Es cierto, los dirigentes de Morena local, como algunos nacionales, son poco presentables y dilectos. Sergio Serrano, presidente estatal de la agrupación, des-luce forjado a la medida para cobrar un sueldo antes no imaginado y dividir a sus huestes; Gabino Morales, el “superdelegado” estatal de Morena, nunca acaba de frenar el cumulo de impugnaciones a su gris desempeño por abuso de poder y acoso; por cierto, Morales, ayer jueves fue citado para comparecer el 12 de agosto ante Yanet Hernández Trejo, jueza de Control y del Tribunal de juicio oral, a una audiencia de formulación de imputación en su contra del delito de abuso sexual calificado y amenazas.
Habrá que considerar, también, en el juego de las especulaciones y tráfico de marcas partidistas, que hubo dos diputados locales externos del PRD, “el de endenantes” (ejercicio 2003 a 2006), únicos sobresalientes en las últimas décadas por su genuino ejercicio camaral y capacidad de ponerle contrapesos al ejecutivo estatal en su momento, Marcelo de los Santos; la referencia es a Juan Ramiro Robledo y Eduardo Martínez Benavente. Ellos sí amigo y cercanos al primer círculo de Andrés Manuel López Obrador. ¿Será que su opinión no cuente y sólo priven las corazonadas en favor del menos salvadorista de los navistas, y ajeno total al freteciviquismo que hubo?
El caso de Ricardo Gallardo Cardona es aparte. El brinca de liana en liana sin tener que escudarse en la doble moral de casta, tan potosina, tan excluyente.